El inicio de los actos del bicentenario de Zafarraya pasados por agua



Zafarraya celebra este fin de semana los actos que culminarán en 2015 en su bicentenario como pueblo independiente. Unos actos un tanto deslucidos por la climatología.




Organizado por el Ayuntamiento de Zafarraya, con la colaboración de diversas entidades, y colectivos sociales, durante este fin de semana tienen lugar los actos en que Zafarraya quiere  culminar en 2015 como villa independiente, una idea surgida tras la publicación del libro que recoge la historia de la villa del historiador alhameño Salvador Raya, según sus organizadores.

 La llamada ‘iglesia vieja’, recientemente recuperada como espacio cultural, es el centro de las conmemoraciones que, junto a la plaza del pueblo, configuran los recintos habilitados a tal fin, en el que tendrán lugar actividades musicales, juegos infantiles, etc. Ambos sitios ha sido protegidos con carpas temiendo lo que al final ha sucedido; la aparición de la lluvia y un tiempo desapacible.

 Sin embargo lo que primero llama la atención del visitante es el mercadillo que copan esto recintos, en que, ataviados con trajes de la época, los expositores de la comarca, y de zonas limítrofes de la vecina Málaga, dan a conocer sus productos, en muchos casos artesanales, de quesos, vinos, dulces, aceite, miel, marroquinería,  etc., así como una serie de actividades paralelas de juegos infantiles, con la recuperación de los juegos de antaño, exposiciones de manualidades, aperos de labranza y enseres domésticos, entre otros.

Un poco de historia

 En 1815, por una real cédula de Fernando VII, de 11 de octubre de 1815, se declaraba a Zafarraya como villa independiente y se le ordenaba crear Ayuntamiento. A partir de aquí se inicia un duro enfrentamiento con la vecina Alhama por el deslinde y aprovechamiento de Júrtiga y la sierra de Loja, que después de sangrientos enfrentamientos quedarán bajo la jurisdicción de la nueva población de Zafarraya como terrenos del Común. De los conflictos con Alhama el periódico “El Espectador” narra en agosto de 1821 “he sabido con el mayor dolor que la gente de Alhama, capitaneada por individuos de su Ayuntamiento ha entrado a sangre y fuego en el llano de Zafarraya e incendiado no solo las mieses, parvas carretas y árboles, sino también poniendo fuego a la población llamada Chozas del Almendral, sin perdonar ni la inocencia de los niños, ni las canas de los ancianos, ni la debilidad del bello sexo, ni aun los clamores de los desgraciados enfermos e impedidos que allí perecieron”.

 En 1850 , a petición de Zafarraya Isabel II accede a segregar a la villa a efectos administrativos y de juzgados de Alhama, quedando agregada a Loja. En 1871, después de 40 años de infructuosos intentos, se llega al primer acuerdo de deslinde del término de Zafarraya con Alhama.

 Atrás queda ya estos litigios históricos, y tanto Zafarraya como Alhama gozan de una buena vecindad y entendimiento, unidas no solo por un territorio, también por una cultura y unos intereses comunes que ambas defienden y comparte en la Mancomunidad de Municipios de las que las dos forman parte.