Este agricultor jubilado del Turro ha terminado dos libros, uno de refranes y otro de historia local, para los que busca editor. Manuel López, conocido popularmente por "El de la Tomasa", apenas pudo ir a la escuela es por lo que es un vivo ejemplo de superación y de capacidad de trabajo. En las dos últimas décadas ha ido anotando en su cuaderno cuantos refranes populares han llegado a sus oídos. También la investigación de sus orígenes le han llevado a componer una obra de 178 páginas, “Recuerdos y reciente historia del Turro”, en las que expone la historia de este anejo de Cacín. Ahora, su mayor ilusión en ver publicado “el trabajo de tantos años”.
Manuel López Ortiz tiene 68 años. Desde muy joven se dedicó a la agricultura. También ha vivido la dura experiencia de la emigración. Quizá por ello, se ha ido forjando su propio libro de filosofía popular. Lo ha construido pacientemente, hoy un refrán mañana, dos. Unos se los decían sus paisanos, sabedores de su afición. Otros los oía en la televisión o los encontraba en el Almanaque Zaragozano. El caso es que ahora tiene 10.914 refranes, distribuidos en 178 páginas de formato A5, que buscan un editor.
El saber de los refranes
“Me gusta el saber de los refranes, pues quien habla en refranes no engaña a nadie o dice un saco de verdades”, nos dice este turreño que hace dos décadas comenzó a recopilarlos, “con el interés de verlos recogidos”. Su interés comenzó hacia 1990 cuando unas calenturas malta complicadas con dolor de huesos le “condenaron” a no salir apenas de casa. “Dejé de ir a los bares y me dio por entretenerme y leer aunque sólo había estado cinco o seis años a la escuela. Me acuerdo que, con 12 años, el maestro me dijo que para seguir teníamos que pagar y ahí me quedé”, resume.
Emigrante
Por este motivo tuvo que “agarrarse a trabajar en el campo con una yunta” trabajo que realizó hasta 1970. “Combinó –nos cuenta- que ese año fue malísimo para el campo y no podíamos vivir de la labor, me presenté para unas oposiciones a policía, pero como se presentaba tantísima gente, me quedé fuera”. Fue entonces cuando comenzó a barajar la posibilidad de ir a trabajar al extranjero, emigrando concretamente a Suiza donde estuvo cuatro temporadas para retornar a su pueblo natal.
Paralelamente a su labor de recopilador de refranes este vecino conocido por el apodo de “Manuel, el de Tomasa” comenzó a investigar el origen de su familia así llegó a realizar el árbol genealógico de su familia y esto le llevó a interesarse por otros aspectos históricos y antropológicos de su localidad. Publicación que comienza “Yo, Manuel López Ortiz, hijo de José López Gómez y de Tomasa Ortiz Ruiz, nací el día 20 de julio de 1941 en la localidad de El Turro, en calle de la Cruz, casa de mi abuela Carmen
Gómez Moreno, que venía siendo propiedad de sus padres o abuelos, porque ya allí nació mi bisabuelo José Ramón Víctor de la Santísima Trinidad, que nació el día 15 de junio de 1837 y sus padres fueron Francisco Gómez y Francisca Romero, naturales y vecinos de El Turro, es decir, que mis tatarabuelos ya vivía a principio de 1800 en El Turro”. A continuación le siguen 178 páginas en las que va desgranando los juegos infantiles, la llegada de las primeras motos, sus vivencias personales como agricultor y emigrante, las cacerías, cuentos y canciones populares, datos pluviométricos y recetas, vocabulario local, etc.
Lo que Manuel no sabía es que más difícil que escribir sus dos libros iba a resultar publicarlos. Ya con ellos maquetados ha llamado a todas las puertas, -ayuntamiento, entidades bancarias-, y “en todos los sitios me han puesto trabas”. Ahora espera la respuesta de la Diputación Provincial, pues solamente aspira a sufragar los gastos y ver su sueño de publicar ambos libros cumplido.