Un empresario santacruceño anduvo 400 kilómetros por una promesa
El empresario santacruceño entregó en la parroquia el Belén prometido para lo que anduvo 400 kilómetros.
La manda cumplida. (Junio 2001)
“No tengo palabras para explicarlo, siento una emoción muy grande, el sacrificio ha sido enorme por los días de calor y por la distancia recorrida, pero ha valido la pena. El recibimiento ha sido impresionante. Mi intención era hacerlo en secreto, pero se ve que se han enterado y el recibimiento ha sido espectacular y muy emotivo”. Así resumía José Antonio Arias los momentos vividos tras ver cumplida su promesa, recorrer a pie la distancia que separan su pueblo natal, Santa Cruz del Comercio y la localidad donde emigró en busca de trabajo, Onil (Alicante). Unos 400 kilómetros que empezaba a recorrer el pasado 30 de mayo y concluían el día del Corpus..
El pasado jueves, Santa Cruz fue una fiesta. Cuando las agujas del reloj se acercaban a las doce del mediodía la práctica totalidad del vecindario esperaba expectante que el más ilustre de sus vecinos, y al “que todas las familias con hijos están eternamente agradecidos” hacía los últimos metros hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento, no en vano lleva tres lustros obsequiando a sus vástagos con los regalos de Reyes Magos. “No me lo esperaba –continúa José Antonio- al llegar a la cuestecita de la plaza no veía a nadie, pero al dar la vuelta a la esquina vi concentrada a toda la gente y fue muy emocionante”.
Pancartas
Las autoridades locales salieron a su encuentro y los tres maestros y cerca de 45 alumnos del Colegio Público “Juan Ramón Jiménez” les esperaban con pancartas. A su llegada la multitud irrumpió en vivas, aplausos y lágrimas de alegría. Por ello, su semblante denotaba confusión de sentimientos: por un lado, de profunda emoción, por otro se mostraba abrumado por los fuertes aplausos y continuos abrazos y, también, de tranquilidad interior, esa que se siente cuando nos quitamos un peso de encima. “Hay tiempo que llevo con esta promesa, traer la reproducción de este Belén con los Reyes Magos, como símbolo de lo que hago todos los años: enviar los regalos para todos los niños del pueblo ya que yo nos los tuve en mi infancia. Y ya la he cumplido”.
Como bien nacido agradece a sus paisanos este espectacular recibimiento y a Mari Ángeles Jiménez, la alcaldesa, los libros y el cuadro con la vista panorámica del pueblo con que fue obsequiado. En la mañana del viernes inició el regreso a Onil pero ya en vehículo. Por el momento no sabe cuando regresará a Santa Cruz. Como buen aficionado a la caza tal vez cualquier día con motivo del descaste del conejo y para echar un rato con la familia y amigos. Lo que sí tienen asegurados durante mucho tiempo los niños de esta localidad granadina son los juguetes pues su particular rey mago asegura que “Si Dios quiere, mientras mi economía me lo permita, seguiré regalando los juguetes a los niños. No hay límite. No sé si serán 10 ó 15 años, pero mientras que pueda lo haré. Y, muy posiblemente cuando yo no esté, mis descendientes también lo harán”.