La nueva presidenta de la Junta Rectora del PN de las Sierras Almijara, Tejeda y Alhama se muestra ilusionada con su nueva tarea.
María Dolores Vílchez Oyonarte, Mariló Oyonarte para muchos de los enamorados del Parque Natural de las Sierras Almijara, Tejeda y Alhama, es desde hace unos días la flamante presidenta de la Junta Rectora de este espacio protegido. Afirma que su interés por la naturaleza arranca en su niñez al pasar los fines de semana y vacaciones en el cortijo de su abuela paterna en Cazorla, se continuó después como boyscout del Grupo San Jorge y se ha multiplicado en los últimos años, donde no ha faltado a su cita salvo cuando lo han impedido razones climatológicas o el confinamiento.
- ¿Qué pensamientos acudieron a tu mente cuando te comunicaron que eras candidata para este puesto?
- En realidad me enteré como un mes y medio antes de que saliera la resolución, que, por cierto, nunca pensaba que al final fuera yo pues siempre hay varios candidatos y se presentan a la Junta Rectora que elige una terna, que es lo que se presenta a la Consejería que es quien en función de los criterios que considera eligen al futuro presidente. Yo no pensaba que fuese a salir yo, entonces me quedé gratamente sorprendida, claro.
- ¿Qué aspectos de tu trayectoria personal han sido determinantes para tu nombramiento, ya que tu profesión es la de profesora de piano y lenguaje musical?
- Francamente, creo, que me propusieron por los años que llevo andando por la Sierra y la conozco bastante bien. En concreto, el Parque Nacional de Sierra Nevada, donde me crié, digamos, como montañera. En los últimos diez años, prácticamente todos los fines de semana, he recorrido el Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama lo que ha hecho que las conozca muy bien, tanto desde el punto de vista geográfico como etnográfica porque siempre he sido curiosa y cuando empecé a ver los cortijos, ver ruinas y barrancos, empecé a preguntarme aquí quien vivió, este barranco como se llama, si esta caseta era de pastores o de resineros, por ahí empezó todo.
Es muy diferente la Axarquía de la Comarca de Alhama y las diferencias son tangibles- ¿Cuáles serán tus prioridades o dicho de otra manera cuáles son tus máximas preocupaciones durante el desempeño de tus funciones?
- A priori no no puedo concretar nada puesto que estoy recién nombrada y no he tenido la posibilidad de reunirme con la directora-conservadora del Parque, Mariana Ortiz para que me vaya poniendo en la onda. Sí es cierto que he estado en bastante comunicación con el anterior director, Ricardo Salas, también al escribir los artículos de las series 'Caminos y gentes' y 'Madre Tierra', estoy bastante al tanto de las necesidades y carencias relacionadas con el Parque. Además, que lo he visto con mis propios ojos pues cuando me he enterado que se había roto un camino iba a verlo, Conozco estas Sierras y sé lo que le haría falta y lo que no le haría falta.
- En el caso del Parque Natural de Almijara, Tejeda y Alhama tiene una singularidad que le hace que tu sea todavía más meritoria y es aunar esfuerzo de gentes de dos provincias diferentes ¿Ventaja o inconveniente?
- Pues, ni ventaja ni inconveniente, particularmente prefiero que haya tantísima variedad. Es muy diferente la Axarquía de la Comarca de Alhama y las diferencias son tangibles. La comarca malagueña es bastante próspera al tener la costa tan cerca y con tantísima población flotante de extranjeros y de gente que pasa sus vacaciones tiene una economía bastante boyante. Sin embargo, la Comarca de Alhama es más agrícola, más rural, también muy auténtica y bellísima. No creo que sea una complicación.
- Como persona que lleva una década recorriendo este espacio natural ¿cuáles son sus principales atractivos?
- Sin lugar a dudas uno de ellos es el paisajístico. Cualquiera que haya visto las Sierras de Almijara y Tejeda se habrá quedado boquiabierto porque son unas montañas muy agrestes, completamente verdes de arriba a abajo. Solamente la cumbre de La Maroma es de roca el resto está cubierto de pinares y de vegetación con gran cantidad de plantas aromáticas. En fin, es una maravilla. También es una sierra que tiene muchísima agua, con ríos y arroyos por todas partes, fuentes, nacimientos que hace que sea bastante verde. Es una auténtica isla verde entre el mar y la comarca de Alhama. Tiene la particularidad de que, aunque no es una sierra demasiado extensa -no llega a 41.000 has. - Eso sí es una sierra bastante peligrosilla. Se puede decir y yo lo puedo decir que cuando uno se sale del sendero es difícil de andar. Hay que conocerla bien porque es muy fácil perderse, embarrancarse, y sé de montañeros expertos que se han perdido en Tejeda y Almijara y han necesitado ayuda para salir.
Yo empecé buscando historias, escribiéndolas para que no se me olvidaran y empezaron a publicarse. Son historias tan cercanas que a todo el mundo gustan.- ¿Continuarás con tus colaboraciones en ALHAMA COMUNICACIÓN y Axarquía Plus para dar a conocer sus caminos, cortijos y gentes?
- Sí, por supuesto en la medida que el tiempo el tiempo me lo permita. Yo empecé buscando historias, escribiéndolas para que no se me olvidaran y empezaron a publicarse. Son historias tan cercanas que a todo el mundo gustan. Me encanta buscar la raíz de las cosas, los nombres de los cortijos, las gentes que lo habitaron. Para mí el aspecto etnográfico del Parque es casi tan importante como el paisajístico, creo que no se pueden disociar el uno del otro. La Almijara son también sus gentes y sus pueblos. La idiosincrasia de todos esos senderos que algunos vienen de la época de los fenicios, de los romanos y de los árabes que pasan por el Puerto de Sedella, Cómpeta o Frigiliana, todos esos caminos que atravesaban la Sierra son lazos de piedra entre los pueblos de la Axarquía y de la Comarca de Alhama y hasta de Granada. Creo que parte de la personalidad e idiosincrasia de esas Sierras es de los pueblos que tiene a un lado y otro, y de los lazos que se establecieron entre esos pueblos. Hay muchísimas familias que están emparentadas de un lado y de otro gracias a la Sierra porque la atravesaban a diario.
- Una serie para la que nos has escatimado esfuerzos pues te has desplazado ¿cuáles han sido las principales satisfacciones?
- La primera de todas es tener la posibilidad de que abuelillos y abuelillas de la Comarca de Alhama y de la Axarquía me hayan abierto las puertas de su casa como si fuera de la familia, me hayan contado sus vidas, hayan sacado de los cajones sus fotos antiguas, hayan llorado conmigo y yo con ellos. Eso ha sido grandísimo. Luego la satisfacción de que se publiquen esas historias y lo contentos que se ponían ellos y sus familias, porque son historias que muchas veces no las sabe nadie cuando algunas son dignas de película. Además, he tenido experiencias muy gratificantes como viajar fuera, justo hace un año, estuve dos semanas en Guatemala porque una historia que empezó en la Sierra de Otívar terminé en este país de donde me vine con una de las experiencias más grandes de mi vida. Parte de la historia del padre Javier, un niño que nació en Otívar y terminó allí ayudando a cientos y miles de personas, a tener una educación y unos valores, unas creencias católicas. El cariño y la entrega que dejó la he recibido yo cuando estuve allí. El afecto que sentía por él, falleció hace unos cuatro años, lo he recibido yo porque fui a recoger la parte de la historia que se dejó allí. Otra anécdota que puedo contar es que gracias a un cabrero de Játar, Juan Mediavilla, me enteré que, en los años 40, mis abuelos habían comprado una gran cantidad de tierra en la Sierra de Játar. Una historia que yo no sabía porque mi familia no me la había contado. Tengo más. Es muy curioso que de la misma forma que he estado en casa de indígenas comiendo arroz cocido y maíz en hojas de pana he estado comiendo en la casa de Juan Mediavilla y en la casa de un descendiente de la marquesa de Montanaro, Joaquín Gasset de Pablo que también tiene su título nobiliario. Me recibió como si fuera de la familia en su finca 'La encomienda del Moro' durante un fin de semana. Fue muy gratificante y aprendí mucho.
...fui a los Prados de Lopera, el sitio del Parque Natural más cercano a Granada y me arrodillé y, como el papa Francisco le di un beso al suelo.Sabemos que tu interés por la naturaleza nació en tu niñez pues pasabas los fines de semana y vacaciones en el cortijo de tu abuela paterna en Cazorla, se continuó después como boyscouts y se ha continuado con tu interés por el senderismo pues todos los fines de semana, salvo cuando no has podido por razones climatológicas o de salud, los has pasado bien en Sierra Nevada, bien el Almijara y Tejada ¿es así?
- Así es, dicen que conocer algo es amarlo. Yo adoro Sierra Nevada porque mamé allí el montañismo, allí empecé a andar con mi grupo scout el San Jorge, y tengo dicho a mi familia que cuando muera mis cenizas vuelen por encima de la Alcazaba. Ahora reconozco que por mucho que me guste Sierra Nevada, el apego y el cariño que no me explico por qué le tengo a estas Sierras Tejeda y Almijara, y solo llevó diez años, sin embargo, le he dedicado tanto tiempo a conocerlas que siento un afecto y se me han metido dentro. Cuando estuvimos confinados, estuve un montón de semanas sin poder ir, cuando por fin nos dieron suelta y pudimos salir antes de ir a Sierra Nevada me fui a los Prados de Lopera, el sitio del Parque Natural más cercano a Granada y me arrodillé y, como el papa Francisco le di un beso al suelo. Estaba tan contenta de volver a Tejeda, quizás sea porque mi abuelo materno compró parte de la Venta de López o por esas historias. A mi Tejeda y Almijara me ha recibido con los brazos abiertos y a veces he salido sola por esas montañas y siento como que me habla y me comunico con ellas.
- Imaginamos que estás muy agradecida a Carlos Luengo pues fue con quien por primera vez anduviste por estas sierras y a Jesús Pérez Peregrina por haberte invitado a colaborar con ALHAMA COMUNICACIÓN, artículos que, por cierto, te valieron el premio de Comunicación, 2017, del Patronato de Estudios Alhameños, institución en la que posteriormente te integraste...
- Las historias las comencé a escribir bastante antes y a publicarlas en ALHAMA COMUNICACIÓN. Al principio las escribía para mí, pero cuando comencé a averiguar tantas cosas, hablé con Carlos Luengo y con Manuel Rodríguez, los dos compañeros con los que yo empecé a andar por la Almijara, y pensamos que al ser tan bonitas podíamos recopilarlas en un libro. Algunas las imprimí y las leyó alguien de ALHAMA COMUNICACIÓN, el caso es que le llegaron a Jesús y él se puso en contacto conmigo. En un principio me propuso colaborar en la sección de Historia, pero luego decidió ponerme en contacto con el director, Juan Cabezas, pues entendía que merecía la pena difundir lo que contaba. Así fue como tuve la oportunidad de publicar las historias que yo tenía recopiladas.
- Muchas gracias y te deseamos que tengas tanto éxito y satisfacciones como has tenido con tus historias con el desempeño de las funciones que se te otorgado al nombrarte presidenta de la Junta Rectora de este espacio protegido.
- Muchísimas gracias.