Los municipios de nuestra comarca a los que ha enviado el protocolo para adherirse a las actuaciones son Alhama, Arenas del Rey, Fornes, Jayena, Játar, Cacín, Ventas de Zafarraya y Zafarraya.
El campo muda de piel con el fin de las campañas. La supervivencia de los plásticos que recubren los invernaderos es de hasta tres años. Para cubrir una hectárea, se emplean alrededor de tres toneladas de plástico. La mayoría de los agricultores se deshacen de ellas correctamente a través de sus cooperativas o puntos limpios, pero no todos cumplen las reglas. La Junta, los ayuntamientos y organizaciones agrarias llevan años tratando de trazar un plan para que los residuos se gestionen correctamente y ahora la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible plantará la primera semilla para que no se produzcan más vertidos incontrolados.
La delegación de Agricultura de la Junta ha iniciado en Granada contactos para la adhesión voluntaria de 19 municipios a una campaña piloto de vigilancia y control de residuos plásticos agrícolas conocida como Compromiso Blanco. Los municipios a los que se les ha enviado el protocolo para adherirse a las actuaciones son Albuñol, Sorvilán, Polopos, Rubíte, Gualchos, Lujar, Motril, Salobreña, Almuñécar, Villanueva de Mesía, Moraleda de Zafayona, Alhama de Granada, Arenas del Rey, Fornes, Jayena, Játar, Cacín, Ventas de Zafarraya, Zafarraya y la ELA de Carchuna - Calahonda. La previsión de la delegación de Agricultura, cuya responsable es la delegada María José Martín, es firmar el convenio con cada ayuntamiento en un acto con la consejera, Carmen Crespo, después de Navidad.
La Junta considera que el papel de los ayuntamientos es fundamental, ya que conocen el territorio, la problemática y requieren de su colaboración a la hora de abordar las tareas de vigilancia. Una adecuada coordinación e información a los titulares de las explotaciones en las actuaciones de vigilancia es más efectiva que el número de inspecciones en sí mismas que realicen operarios de la Junta. La campaña tiene varias fases. Los ayuntamientos, a través de técnicos municipales, deberán realizar visitas al campo para recopilar información, que luego remiten a la delegación territorial, e informarán a los titulares de las explotaciones de sus obligaciones como productor de residuos y las opciones para su gestión. Por su parte, la Junta ejecutará las inspecciones de las explotaciones y si se evidencian hechos sancionables se abrirá el correspondiente expediente. La idea es que todos los productores lleven el plástico de invernaderos a puntos específicos para su reciclado.
Una planta habilitada
La superficie de invernaderos alcanza en Granada cerca de 3.122 hectáreas. La mayoría de estas explotaciones se encuentra en la Costa Tropical, principalmente entre Motril, Carchuna y Albuñol. Motril ya ha anunciado que colaborará con la Junta para acabar con el vertido de plásticos agrícolas. «El Ayuntamiento pondrá los medios disponibles para que se puedan acometer las labores de vigilancia e información», manifiesta Antonio Escámez, teniente de alcalde. Urbanismo, Medio Ambiente y Agricultura. «Cuando detectamos puntos negros, los servicios municipales se hacen cargo si se encuentra en zonas de titularidad municipal. En Motril solo hay una planta habilitada para deshacerse de estos plásticos y la intención es que todos los agricultores se decidan por reciclarlos en vez de arrojarlos a la carretera», explica. «Nuestro medio ambiente necesita que lo cuidemos. Estos plásticos acaban en las cunetas y en el mar y son un gran peligro. La agricultura es uno de los pilares de nuestra economía. Sabemos el esfuerzo que hacen los productores, pero el sector necesita avanzar y mejorar también. Juntos lo podemos conseguir», concluye.
Origen.