Fornes celebró el pasado jueves día 2 de febrero su tradicional fiesta de La Candelarias. Con una barbacoa instalada por el Ayuntamiento, y una gran hoguera.
Una vez encendidas la fogata tuvo lugar el 'mancheo', antigua tradición forneña, y autentica salsa de esta fiesta. Consiste esta costumbre en hacer girar verticalmente el mancho, que está formado por esparto seco, y unas cuantas hojas verdes también de esparto. Los manchos tienen forma de tea, o antorcha, que acaba en una trenza, o pita, en uno de los extremos, con el que se realizan giros circulares en vertical. Para 'manchear' hay que aproximar el extremo "barbudo" del mancho al borde de la hoguera hasta que empieza a prender. Entonces se ejecuta esa especie de "círculos de fuego" característicos del 'mancheo', que puede durar en función de su longitud entre cinco y quince minutos.
Después de varios amagos, ocasionados por la lluvia intermitente, pasadas la siete de la tarde, se prendió la Candelaria, con leña y ramas de pinos. Entorno al calor de la lumbre, los forneños asistentes disfrutaron de una agradable, y algo fría tarde, recreando antiguos y típicos bailes y coplillas, y degustando sabrosos majares, como tocino o chorizo asados a las ascuas de la hoguera.
Este año el nivel de participación ha sido más alto que en años anteriores, a pesar de las en principio adversas condiciones meteorológicas. Al fin y al cabo finalizaron la jornada con el objetivo cumplido de pasar unas horas agradables de convivencia entre todos los vecinos de la villa forneña, al compás del baile y las coplillas tradicionales, el calor de la tertulia al arrimo de la lumbre, y como no los populares y ancestrales manchos.
Los 'manchos', la tradición de Fornes
A los chavales se le enseña el 'mancheo' con la mayor seguridad y menor riesgo posible