Muchos recordarán a este cacineño que durante tres cursos fue profesor de inglés en el Instituto, antes de convertirse en profesor de español en Australia y Estados Unidos.
La presentación y publicación de libros tiene, para los autores, muchos efectos colaterales. Uno de ellos es el de facilitar el reencuentro con antiguos amigos y conocidos a los que hace mucho tiempo que no se veía. Este es el caso de Miguel Ángel Pérez Abad, que, tras jubilarse y ver la luz al otro lado del túnel, ha decidido dedicar su tiempo a tareas socio-humanitarias como voluntario de la Cruz Roja y a reunir en un libro (ya está terminando el segundo) los recuerdos de su infancia y adolescencia que transcurrió en Cacín.
Y hasta ese pueblo de la Comarca de Alhama nos encaminamos en la tarde del miércoles, 24 de mayo, por el 'chorizo' de La Malá, y tras dejar atrás Ventas de Huelma y la cortijada de Ochíchar, comenzar a descender por la serpenteante carrera que nos llevaría hasta su pueblo natal. Objetivos: ver el salón de actos del ayuntamiento donde se llevará a cabo la presentación del libro, el viernes, 2 de junio (19:30 h) para lo cual nos estaba esperando su alcaldesa, Pepi Ramírez y hacer las fotos y vídeo en los escenarios de sus primeros años de vida. Antes nos detuvimos en las ruinas del Cortijo del Amo pues él necesitaba algunas fotos para su Facebook.
La cosa no pudo ir mejor pues, la casualidad quiso que Miguel Ángel se encontrase con los asiduos de 'la Moncloa', en la espaciosa plaza Manuel Almendros, a los que tuvo la oportunidad de invitar personalmente al acto. También a varias vecinas que salían de la iglesia tras los actos propios del mes de las flores, a las que también invitó. La cosa no quedó ahí, pues en su empeño en ir al puente para hablar del río y de las mimbres que le evocan bastantes recuerdos, de nuevo el azar quiso que el conocido tiktoker, El Patica, se encontrase paseando con su bicicleta en compañía de un amigo y, claro como los hijos de Miguel Ángel son sus seguidores, quiso aprovechar la ocasión para presentármelo y hacerse unas fotos con él.
De la ‘Calendaria’ a la olla exprés
Encuentro fortuito con El Patica
Después se produciría el casual encuentro con José Ángel Peregrina, 'El Patica' que me presenta como «un chaval que no se cree nada, que hace las cosas muy naturales y que tiene un corazón que no le cabe en el pecho. Así de claro cuando hablan de que vas por ahí por Granada compras bocatas en Lidl con lo que gana de Tiktok y lo va repartiendo a toda la gente que está pidiendo. Él vive del campo y de las aceitunas y no vive del cuento». Tras despedirle nos sigue contando curiosidades de lo que hacía siendo niño en el entorno del río entre otras cosas construirse arcos y flechas con las ramas de una mimbre cercana que puede tener «centenares de años». También relata cómo en la pradera que había al lado del río se reunía «una parva» de niños, un grupo de entre 40 y 50 (que contrasta con los 6 que este curso hay en el colegio, -según nos contó momentos antes Pepi-, dos de los cuales pasan el próximo al instituto) y que armados de tiragomas se dedicaban a cazar pajarillos o cangrejos. «Todas estas cosas las cuento en el libro que acabo de publicar un libro que va sobre el pueblo y sobre sus habitantes, sobre los usos y las costumbres de aquella época y la idea es no solamente poner a Cacín en el mapa sino también a que aquellos personajes tan épicos, legendarios como se ven en la distancia y en el tiempo no desaparezcan del todo. Que aquello no quede en el olvido».
Entre Comala y Macondo
Además de Pepi, la alcaldesa y Pepe, El Cuchillas, en la presentación le acompañarán Eusebio Pérez Gómez, un historiador muy interesado en el patrimonio cultural artístico del pueblo y Juan Naveros, catedrático de Lengua y Literatura y escritor, al que califica de «auténtico fanático de Cacín», pues también es natural de este pueblo. Miguel Ángel promete que el público no quedará defraudado pues 'El Cuchillas' interpretará alguna de las coplillas de carnavales y otras de tradición oral que se recogen en el libro. Para terminar, reproduciremos aquí la dedicatoria de este libro: «A todos esos personajes de fustes telúricos y homéricos, que, con su fulgor conformaron mi infancia, adolescencia y juventud, proveyendo el escenario perfecto: Cacín, mi pueblo. Y, entre ellos, en lugar preminente, mis padres y hermanas. A mi señora esposa, por su paciencia. A mis hijos, para que no pierdan de vista sus orígenes. Y a mi familia en general». Como siempre digo, un autor se retrata en la dedicatoria de su libro, especialmente el primero, pues como me gusta afirmar, dime a quien le has dedicado tu libro y te diré como eres.
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