Captaba a jóvenes para tenerlos como 'esclavos', dormían con las bestias, trabajaban quince horas y tenían prohibido salir solos.
La Guardia Civil ha detenido a un varón de 62 años acusado de un delito contra el derecho de los trabajadores, después de que dos jóvenes denunciaran las condiciones infrahumanas padecidas durante su corta estancia en la nave donde fueron alojados después de trabajar unas quince horas.
Los dos denunciantes se identificaron ante la Guardia Civil como estudiantes universitarios sin medios económicos suficientes que accedieron a trabajar para este hombre recogiendo almendras en la zona de Arenas del Rey. La descripción de las condiciones en las que se encontraban responden más a una situación de esclavos en pleno siglo XXI que a la de trabajadores. Los dos empleados no estaban dados de alta en la Seguridad Social, trabajaban recogiendo almendras una media de 15 horas al día, el alojamiento no era la 'suite' de un hotel precisamente, más bien al contrario. Se trataba de una nave donde también había animales de su ganadería que dormían codo con codo con los dos empleados. No había baño y sólo disponían de una manguera en el exterior por si necesitaban agua. Para bañarse, sólo estaban autorizados a ir una vez por semana a los baños de Alhama de Granada y sólo acompañados por su capataz. También tenían prohibido salir de la finca solos, siempre debían de ir acompañados del ahora investigado. Y la comida, siempre escasa y en muy malas condiciones, se la llevaba personalmente el empleador, cuando se acordaba.
Los denunciantes dieron la voz de aviso a través de sus teléfonos móviles. Contactaron con la Policía Nacional para informarles de que estaban retenidos de forma ilegal en una finca de Arenas del Rey. El caso se trasladó a la Guardia Civil, competente en esa demarcación, y cuando se personaron allí junto a una dotación de bomberos pudieron comprobar de primera mano las condiciones infrahumanas en las que se encontraban estos dos jóvenes. No estaban retenidos ilegalmente porque la puerta de la nave se podía abrir y el muro que rodea a la finca era de escasa altura y se podía saltar sin problema. Los bomberos no necesitaron actuar para derribar ninguna puerta.
Los dos jóvenes no decidieron denunciar en ese momento. Regresaron a Granada y a los pocos días presentaron su denuncia. Apenas aguantaron entre 48 y 72 horas las condiciones infrahumanas que ofrecía este agricultor, quien buscaba a sus trabajadores entre indigentes o personas muy necesitadas económicamente.
Estos dos jóvenes son los únicos denunciantes, aunque la Guardia Civil ha encontrado a otras dos personas que también padecieron un calvario similar hasta que lograron huir. El servicio de emergencias del 112 comunicó a la Guardia Civil la desaparición de una pareja, hombre y mujer, que podía encontrarse por el pantano de Los Bermejales. La Guardia Civil los encontró allí en un estado un tanto deplorable. Comunicaron a los agentes que no sabían cómo habían llegado al pantano y que habían pasado unos días trabajando con un hombre en Arenas del Rey que no les pagaba el trabajo realizado y que los tenía en unas condiciones pésimas. Fueron trasladados a un centro de salud y después se negaron a presentar denuncia contra su empleador.
El varón de 62 años fue detenido el pasado 4 de noviembre. No negó en ningún momento que sus trabajadores vivieran en la nave, más bien aseveró que no había otra cosa mejor. Y aseguró que no daba de alta en la Seguridad Social a nadie porque trabajaban en función de los kilos de almendras recolectados.