Las jóvenes, nacidas en Arenas del Rey y Marruecos, lograron salvar su vida en el último momento tras incendiarse el piso que ambas comparten con otra joven. (En la imagen el salón de la vivienda, totalmente calcinado tras el incendio, originado por un brasero y vista parcial de la vivienda. GH)
Agentes de la Policía Local liberan de las llamas a dos jóvenes dispuestas a lanzarse al vacío desde la ventana de un quinto piso para escapar de un gran incendio
A veces la realidad supera la ficción y un suceso con previsible final trágico puede virar 180 grados. Hasta el punto de convertirse en una gran historia con un desenlace feliz gracias a la ayuda y la eficacia de alguna mano amiga que en el último momento asume todo el riesgo y evita lo peor. Todos estos ingredientes se dieron cita en la madrugada del martes en un piso de estudiantes de la calle Doctor Rojas Ballesteros de la capital, donde Carolina, una estudiante de LADE de 20 años, e Iti, estudiante de Caminos de 19, han vuelto a nacer gracias al trabajo realizado por dos agentes de la Policía Local.
Las jóvenes, nacidas en Arenas del Rey y Marruecos, lograron salvar su vida en el último momento tras incendiarse el piso que ambas comparten con otra joven, Raquel, que en ese momento no se encontraba en la vivienda con ellas.
Según explicaba ayer Carolina, que fue dada de alta por la mañana tras pasar la noche junto a su compañera en el Hospital Virgen de las Nieves, el brasero les jugó una mala pasada y sus intentos desesperados de apagar el fuego, que se propagó de forma ávida por el salón con una manta, no sirvió de nada.
Pero las chicas reaccionaron rápidamente. Así, al verse totalmente acorraladas por las llamas, se metieron en una de las habitaciones y abrieron la ventana, que da a un patio interior. Sin saber qué les pasaba por la cabeza y, en una acción puramente instintiva y desesperada, saltaron desde el ojo de patio al poyete de otra ventana, situada a varios metros de distancia y por la que se accede al pasillo de la quinta planta.
Francisco Almendro, padre de Raquel, aún no se explica cómo las jóvenes pudieron saltar desde la ventana hasta el poyete. Tampoco se lo explica ninguno de los familiares y vecinos que ayer acudieron al lugar de los hechos. Y es que ya no sólo es que sea prácticamente imposible realizar esa maniobra, sino que, además, la hicieron a más de diez metros del suelo.
Una de las dos estudiantes, que estaban sentadas en el poyete y a punto de saltar al vacío, llamó desde un móvil a la Policía Local. Además, un particular también avisó del suceso. Así, dos agentes de la patrulla más cercana se desplazaron hasta el inmueble, donde llegaron en menos de diez minutos. "Ha sido un milagro posible gracias al rescate de los agentes, que llegaron rapidísimo. Estamos tremendamente agradecidos", repetía ayer Francisco.
Según explicó el portavoz de la Policía Local, Juan Manuel Fernández, los agentes escucharon voces y gritos de auxilio que les incitaron a entrar ante la posibilidad de que hubiera personas atrapadas. Ya en el quinto piso, se asomaron al patio interior y vieron a las dos jóvenes "muy asustadas" que permanecían asomadas a la ventana de la vivienda "dispuestas a tirarse" para evitar el fuego y el intenso humo que les impedía respirar. Los agentes decidieron "no esperar más", accedieron a ellas a través de la ventana del patio interior y las rescataron. A cambio, recibieron "el abrazo más impresionante" que nunca sintieron. Y claro, tal y como explicaba ayer Fernández, los agentes sintieron que por encima de su labor como policías, son personas.
Posteriormente, las subieron a la sexta planta para que respiraran aire limpio y llamaron a los servicios sanitarios, que las trasladaron al Virgen de las Nieves, donde pasaron la noche. Los bomberos, por su parte, se encargaron de extinguir el incendio tras forzar la cerradura de la puerta de entrada.
A veces la realidad supera la ficción y un suceso con previsible final trágico puede virar 180 grados. Hasta el punto de convertirse en una gran historia con un desenlace feliz gracias a la ayuda y la eficacia de alguna mano amiga que en el último momento asume todo el riesgo y evita lo peor. Todos estos ingredientes se dieron cita en la madrugada del martes en un piso de estudiantes de la calle Doctor Rojas Ballesteros de la capital, donde Carolina, una estudiante de LADE de 20 años, e Iti, estudiante de Caminos de 19, han vuelto a nacer gracias al trabajo realizado por dos agentes de la Policía Local.
Las jóvenes, nacidas en Arenas del Rey y Marruecos, lograron salvar su vida en el último momento tras incendiarse el piso que ambas comparten con otra joven, Raquel, que en ese momento no se encontraba en la vivienda con ellas.
Según explicaba ayer Carolina, que fue dada de alta por la mañana tras pasar la noche junto a su compañera en el Hospital Virgen de las Nieves, el brasero les jugó una mala pasada y sus intentos desesperados de apagar el fuego, que se propagó de forma ávida por el salón con una manta, no sirvió de nada.
Pero las chicas reaccionaron rápidamente. Así, al verse totalmente acorraladas por las llamas, se metieron en una de las habitaciones y abrieron la ventana, que da a un patio interior. Sin saber qué les pasaba por la cabeza y, en una acción puramente instintiva y desesperada, saltaron desde el ojo de patio al poyete de otra ventana, situada a varios metros de distancia y por la que se accede al pasillo de la quinta planta.
Francisco Almendro, padre de Raquel, aún no se explica cómo las jóvenes pudieron saltar desde la ventana hasta el poyete. Tampoco se lo explica ninguno de los familiares y vecinos que ayer acudieron al lugar de los hechos. Y es que ya no sólo es que sea prácticamente imposible realizar esa maniobra, sino que, además, la hicieron a más de diez metros del suelo.
Una de las dos estudiantes, que estaban sentadas en el poyete y a punto de saltar al vacío, llamó desde un móvil a la Policía Local. Además, un particular también avisó del suceso. Así, dos agentes de la patrulla más cercana se desplazaron hasta el inmueble, donde llegaron en menos de diez minutos. "Ha sido un milagro posible gracias al rescate de los agentes, que llegaron rapidísimo. Estamos tremendamente agradecidos", repetía ayer Francisco.
Según explicó el portavoz de la Policía Local, Juan Manuel Fernández, los agentes escucharon voces y gritos de auxilio que les incitaron a entrar ante la posibilidad de que hubiera personas atrapadas. Ya en el quinto piso, se asomaron al patio interior y vieron a las dos jóvenes "muy asustadas" que permanecían asomadas a la ventana de la vivienda "dispuestas a tirarse" para evitar el fuego y el intenso humo que les impedía respirar. Los agentes decidieron "no esperar más", accedieron a ellas a través de la ventana del patio interior y las rescataron. A cambio, recibieron "el abrazo más impresionante" que nunca sintieron. Y claro, tal y como explicaba ayer Fernández, los agentes sintieron que por encima de su labor como policías, son personas.
Posteriormente, las subieron a la sexta planta para que respiraran aire limpio y llamaron a los servicios sanitarios, que las trasladaron al Virgen de las Nieves, donde pasaron la noche. Los bomberos, por su parte, se encargaron de extinguir el incendio tras forzar la cerradura de la puerta de entrada.
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