El juez determinará las penas de prisión para los tres enjuiciados en la Audiencia Provincial de Granada.
El jurado popular del juicio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada contra los tres acusados de matar de un disparo a un joven que entró, junto a otras tres personas más en un cortijo situado en el término municipal de Arenas del Rey, en busca de una plantación de marihuana, ha declarado culpables a los tres acusados, dos hombres y una mujer. Tras la deliberación, consideran probado por unanimidad que los tres habían acordado de forma previa la acción, por lo que serán condenados por un delito de asesinato consumado y otro de tentativa de asesinato. Además, los dos varones serán condenados asimismo por tenencia ilícita de armas.
El veredicto del jurado, indica el abogado de la acusación particular, Antonio Illana, del despacho Luna y Asociados, apunta a que queda probado que hubo un acuerdo previo para cometer los hechos que se les imputaban. Por estos la Fiscalía solicitaba una pena de 20 años de cárcel a cada uno de los acusados por asesinato, y diez más por tentativa de asesinato también para los tres enjuiciados. Además, a los dos hombres se les pedía cárcel también por tenencia ilícita de armas. Por parte de la acusación particular, Illana explica que se solicitaron penas de 23 años de prisión por asesinato y otros 13 por tentativa de asesinato a los tres encausados, además de la condena correspondiente por tenencia ilícita de armas para los dos varones. En el escrito de acusación, planteado por la Fiscalía y al que se sumaron el resto de las acusaciones, se indicaba que los tres acusados debían responder conjuntamente porque se habían coordinado para cometer los hechos por los que han sido enjuiciados.
Fue en la madrugada del 11 de octubre de 2019
Fue en la madrugada del 11 de octubre de 2019, cuando, según la Fiscalía, cuatro hombres acudieron a bordo de una furgoneta a las inmediaciones del cortijo Los Sevillanos, en un paraje próximo a la orilla del pantano de Los Bermejales, adonde se acercaron con el fin de hacerse con "la marihuana allí existente, desprovistos de armas de fuego", según recoge del escrito de acusación. Alertado por los ruidos, el guarda habría avisado al que era el principal acusado al inicio del juicio. Éste y su pareja se habrían desplegado por la finca a bordo de un todoterreno y localizado entre unos olivos la furgoneta de los asaltantes, y supuestamente le rajaron las ruedas, dejaron cargados un rifle y una escopeta, y él habría salido andando hacia la finca mientras ella se habría quedado vigilando en el vehículo.
El otro acusado, por su parte, se habría atrincherado en la vivienda y, cuando llegaron dos de los asaltantes, supuestamente salió tras ellos armado, a lo que el principal investigado, dirigiéndose hacia el lugar, habría cogido la escopeta y disparado por la espalda a uno, al que habría alcanzado en cadera y pierna, aunque logró escabullirse y llamar a la Guardia Civil. Entonces habría cogido el arma más potente, el rifle, y disparado a otro, que sí murió a causa de las heridas.
Las acusaciones plantearon que los tres encausados debían responder por los delitos de asesinato consumado y tentativa de asesinato al haber urdido un plan previo, planteamiento que ha sido considerado como probado por el jurado. Ahora será el juez el que dicte la sentencia y determine las penas para los tres.
La declaración de los acusados
El propietario señaló en su declaración que, a su llegada a la finca, después de que lo avisara el trabajador unos 15 o 20 minutos antes, este joven estaba herido, que llegó a hablar con él, y que, junto al encargado, que estaba en "shock", hicieron por meterlo en una furgoneta con unas mantas, pero no "liadas" en torno al cuerpo, con la idea de trasladarlo al hospital, informa Europa Press.
Sin embargo, explicó que, después de apartar la escopeta y el rifle que habrían llevado los asaltantes junto a la carretera, y llegar a la puerta del cortijo, donde estaba su mujer --que lo había trasladado porque él tenía una luxación y a la que también desvinculó de los hechos--, y la Guardia Civil, esta habría dado orden, según su testimonio, de que la furgoneta no fuera hacia el hospital sino que volviera.
"Me están acusando de algo que no hice", mantuvo para añadir que, que él supiera, "no había ninguna marihuana en el cortijo", y que al parecer el encargado habría sido atacado por los asaltantes, uno de los cuales fue el posteriormente fallecido, mientras otro resultó herido. Negó plan alguno para matarlos, ni que quisieran deshacerse del cadáver.