La noticia ha sido recogida hoy por diferentes medios de comunicación, entre ellos la publicación de la Asociación Unificada de la Guardia Civil, que reproducimos.
Los servicios jurídicos de AUGC Granada han defendido a su afiliado, tanto contra el calumniador como frente al criterio de los mandos de no presentar denuncia
Los servicios jurídicos de AUGC Granada han logrado una importante sentencia en defensa de un afiliado que había sufrido las calumnias vertidas contra él por un concejal de Unidas Podemos de la localidad de Arenas del Rey (Granada).
Y es que la Audiencia Provincial de Granada acaba de ratificar la sentencia condenatoria del Juzgado de lo penal 1, en la que condena al citado concejal a indemnizar con 3.500 euros más costas al Cabo 1º destinado en la mencionada localidad granadina. Además se condena al citado concejal como autor de un delito de calumnias sin publicidad a agente de la autoridad, al pago de una multa de seis meses con cuota de ocho euros, o un día de arresto sustitutorio por cada dos cuotas impagadas en caso de impago, además de costas, incluidas las de la acusación.
El citado concejal había enviado una misiva con identidad falsa dirigida a la Comandancia de Granada, con el objetivo de desacreditar la profesionalidad del Cabo 1, acusándole de falsos ilícitos penales.
De este modo, una vez más AUGC Granada ha podido defender a un Guardia Civil ante la falta de diligencia por parte de los mandos de la Comandancia, que no solo no actuaron de oficio contra el citado político, cuando se descubrió la identidad del autor de las calumnias, mediante la investigación de la información reservada que se llevó a cabo al efecto, sino que pusieron reticencias para entregar la información reservada y eran contrarios a la interposición de la denuncia por parte del Guardia Civil ofendido.
Desde AUGC pedimos más apoyo institucional y defensa jurídica de los derechos de nuestros guardias civiles cuando sean calumniados o injuriados. Para que este tipo de acusaciones no queden impunes. Resulta insólito que desde una institución que se vanagloria y se da golpes efectistas en el pecho en alusión a cuestiones como el honor o la lealtad se deje solo a uno de sus trabajadores cuando es éste el que ve puesto en cuestión su propio buen nombre.
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