Vino que de Alhama vino. Los 25 socios de la Cooperativa Vinícola “Sierra Tejeda”, de Alhama de Granada, suman 50 hectáreas de viñedos de los que se cosecharán unos 200.000 litros de vino cuando estén en plena producción.
17/11/2004.- Hace año y medio, concretamente en abril de 2003, iniciaba su andadura la primera cooperativa vinícola de Alhama. En la actualidad está integrada por 25 socios de esta ciudad, Valle de Lecrín y Vega granadina que suman una superficie cercana a las 50 hectáreas de viñedo de las que esperan obtener cuando estén en plena producción, hacia la campaña 2006, unos 200.000 litros de vino siendo la mitad del afamado vino del terreno alhameño. “Sierra Tejeda” ha sido la denominación elegida para esta joven cooperativa que cuenta como presidente con un veterano político, Nicolás Calvo Vinuesa.
Abrupta orografía
“Quien lo prueba, repite”, podría ser el eslógan aplicado al vino del terreno de Alhama. Y es que su agradable sabor, “ni dulce, ni seco” y color acaramelado, dependiente de la climatología y uva empelada en su fabricación, lo hacen un caldo muy apreciado. Sin embargo, este producto del que tan orgullosos se muestran los alhameños, ha atravesado en los últimos años una profunda crisis dada las características de su cultivo. Se trata de minifundios con una abrupta orografía de terreno pizarroso que dificulta su mecanización y cuya comercialización se realiza de forma particular. Se calcula que son alrededor de 350 las familias de esta localidad las que disponen de algún viñedo que puede ir desde una aranzada (3.960 metros cuadrados) hasta las 30 de extensión. De Norte a Sur los viñedos alhameños se localizan en la zona comprendida entre el Peñón de Barrena al Cerro de los Rodaderos, en tanto que de Este a Oeste se extienden desde la Fuente del Aragonés hasta la Cuesta de Monedero.
Una docena de lagares tradicionales
Desde los días primeros de octubre hasta mediados de noviembre estas familias realizan fundamentalmente durante el fin de semana la vendimia. Cortan las uvas de cerca de veinte variedades, aunque predominan las uvas negras de las que se obtendrá el vino “rome”, perrunas y jerezanas. Unas vez vendimiadas es costumbre solearlas en grandes fardos durante varias jornadas. A continuación las trasladan a los lagares tradicionales para la elaboración del mosto que se conserva en grandes toneles o en garrafas. De este tipo de lagares tradicionales aún se conservan un buen número cuya denominación alude al lugar donde se encuentran o a la familia propietaria: La Tana, Naveros, Morunos, Jennízaros, Chopillo, Molinas, Cubos, Chovas, Espejo, San Lucas, Baltasar, Huerta Solé,... A éstos podrían añadirse otros más actuales, hasta un número superior a la docena, que también se han habilitado en la propia población.
La media de producción de vino del terreno exclusivamente de Alhama oscila entre las ocho mil y diez mil arrobas. Cada arroba de vino tiene 16 litros, cuya graduación alcohólica está directamente relacionada con la climatología anual. Así, los años de escasas lluvias, como el presente, la graduación alcohólica que alcanza este vino ronda los 17 grados cuando lo normal es que oscile entre los 12 y 15 grados. La mayor parte de los propietarios elaboran el vino para el consumo familiar. Sólo medio centenar de ellos comercializan parte de la cosecha a un precio medio que en las pasadas temporadas ha estado en torno a los 30 euros (5.000 pesetas) la arroba, es decir, 1,88 euros (312 pesetas) el litro.
Denominación de origen
En la última década han sido numerosos los intentos de constituir una cooperativa que aglutine a los viñeros alhameños a la hora de comercializar su caldo bajo una denominación de origen. Por fin, uno de ellos se materializaba en la primavera del 2003. Como presidente de esta pionera cooperativa fue elegido Nicolás Calvo Vinuesa, quien tras una intensa vida profesional y política, se ha convertido en productor de vino gracias a que sus hijos le obsequiaron con un trozo de viña para entretener sus días de jubilación. “Viendo como la venta del vino se hace en condiciones precarias un grupo de personas nos planteamos la necesidad de formar una cooperativa”, así cuenta Calvo la génesis de la Cooperativa Vinícola “Sierra Tejeda” a la que desde sus inicios se sumó José Cervantes quien había sido socio de su homóloga “Ribera del Genil”. Los trámites para su constitución se iniciaron en el mes de abril de 2003. De los 25 socios que la integran actualmente la mitad son de Alhama y el resto del valle de Lecrín y Vega de Granada (Huétor-Vega y Atarfe). Entre sus objetivos más relevantes pretenden “hacer vino de calidad, sin olvidar el vino del terreno de Alhama, gracias a la peculiar uva rome”. A la finalización de su primera temporada, que está a punto de concluirse, esperan haber elaborado unos 200.000 litros de vino procedente del medio centenar de hectáreas que suman sus asociados y en los que se cultiva uva de las variedades tempranilla, cabernet, merlot, syrah, entre otras. De ellos la mitad serán del característico vino de terreno de Alhama para el que ya se han iniciado los trámites para su comercialización. Entre otras gestiones realizadas destacan la permuta al ayuntamiento de unos terrenos por otros en el nuevo polígono industrial para la construcción de una bodega y para la que también han solicitado su colaboración al plan Leader del Poniente Granadino, al Feoga y a CajaGranada y la Rural.
“Tal como manda la ley de cooperativas la nuestra está abierta a más socios en tanto y en cuanto podamos recepcionar la uva”, aclara Calvo antes de añadir que con esta asociación también se pretende “paliar un poco el paro. La vid genera puestos de trabajo: la plantación, la vendimia, la poda,… y en la bodega serán dos o tres puestos de trabajo fijos que se incrementarán con otros tantos durante la temporada”. De hecho ya cuenta con el asesoramiento de un enólogo, Antonio López Casas, que les informará de todo lo relacionado para la mejora de la producción y elaboración del mosto.
Más información:
Cooperativa Vinícola “Sierra Tejeda”
Texto y fotos: Antonio Arenas