El fuerte olor procedente del piso que habitaba fue el que alertó a los vecinos de que algo raro podría ocurrir en la vivienda.
Se trata de Juan Carlos Castilla Benítez (Alhama 1972-2016), de 43 años, el cual, según los vecinos, llevaba varios días que no se le veía como era habitual, aunque lo que en realidad alertó a los vecinos del número 5 de la calle Juan Ramón Jiménez en la que residía, fue el desagradable olor que había en el rellano desde la tarde-noche del sábado 2 de julio, olor que se intensificó en la mañana del domingo día 3, el que ya encendió todas las alarmas, por lo que intentaron avisar a la policía, aunque fue un hermano de Juan Carlos el que llegó en primer lugar y se lo encontró sin vida en el cuarto de baño sobre las diez y media de la mañana.
Al parecer el último contacto con Juan Carlos lo tuvo su padre el pasado jueves 30 de junio, que lo llamó para preguntar cómo estaba, ya que atravesaba problemas de salud, y desde ahí ya no se supo nada más de él hasta el fatal acontecimiento.
Personada la Guardia Civil procedió al levantamiento del cadáver pasadas las 4 de la tarde del domingo, trasladando el cuerpo al departamento de Medicina Legal para practicarle la autopsia que determinará la fecha y las causas de la muerte, ya que hasta el momento no se sabe si pudo ser por una caída, golpe de otra índole o causas naturales.
Juan Carlos estaba casado y era padre de una niña de seis años, aunque tanto su mujer como su hija se encontraban pasando unos días en la residencia de la familia materna, de ahí que se encontrara solo en el momento del suceso.