¿Se acuerdan de Ana, la granadina que da clases de español en la Universidad de Texas Tech? Pues resulta que tenemos otra paisana en el estado más salvaje del Oeste americano. Se trata de Irene Fernández, una licenciada en Filología Inglesa por la UGR que trabaja como profesora de la Escuela Oficial de Idiomas en Dallas, donde enseña a niños de preescolar tanto en inglés como en español.
A sus 29 años, esta alhameña domina la lengua de Shakespeare sin problemas. Mucho tiene que ver en ello el año de Erasmus que pasó en Birmingham. Reconoce que le encantan los idiomas y por eso también se defiende en francés y alemán.
Irene confiesa que echa en falta poder tratar con adultos tal y como hacía en la Escuela Oficial de Idiomas en España. "¡Es totalmente distinto!", exclama. Si bien reconoce que ahora está "aprendiendo y disfrutando muchísmo", la enseñanza de mayores de edad es lo que más le apasiona. "Me es más gratificamente profesionalmente", precisa.
La granadina admite que está "muy contenta" de haberse marchado este curso a Estados Unidos aunque matiza que va a estar "igual de feliz" cuando regrese a Andalucía. Mientras tanto, sigue aprendiendo de una experiencia que le posibilita conocer "un nuevo sistema educativo, una cultura y forma de vida diferentes y una manera diversa de relacionarte con los demás".
Sigue aprendiendo de una experiencia que le posibilita conocer "un nuevo sistema educativo, una cultura y forma de vida diferentes y una manera diversa de relacionarte con los demás". En este sentido, sostiene que le gustaría quedarse en Dallas los dos años de visado que le quedan para "seguir perfeccionando mi ingles y viajando". "Desgraciadamente", se lamenta, "a los profesores interinos andaluces, el tiempo que estamos en el extranjero (a pesar de ser un programa oficial) no nos computa para la bolsa de trabajo, por lo que debo volver a España el próximo curso".
Enamorada de su tierra
Irene es de esas personas que siguen teniendo presentes sus orígenes en cada momento. Sin ir más lejos, ha escrito una entrada de su blog "dedicada expresamente a las pequeñas (y no tan pequeñas) cosas que echo de menos". Avanza que "por supuesto lo primero son los amigos y la familia". Pero hay más: "Lo 'chico' y cercano que es todo en Andalucía. Añoro no poder ir andando a los sitios. ¡En Dallas el coche hace falta para casi casi todo e incluso hay sitios donde ni siquiera hay aceras para andar! Es una ciudad hecha y pensada para el coche. Las distancias son enormes y aquí algo que está 'cerca' pueden ser perfectamente 20 minutos en coche". Pese a todo, allí trata de explotar al máximo sus hobbies como el voleibol, el patinaje en línea, la pintura ("para desconectar") y andar por el campo.
Para esta docente "los sitios 'familiares' como bares o tiendas pequeñas, donde el camarero te conoce" es algo imprescindible y en Texas no puede disfrutarlo. "Aquí es casi todo tipo ‘Starbucks’, negocios industriales, no tiene nada que ver", agrega. Así las cosas, no ve el momento de tomarse un café "en una terracita al sol por un euro y luego darte un paseo por las calles de Granada". También guarda una sorpresa curiosa viniendo de alguien que se dedica a la enseñanza de idiomas: "Aunque adoro hablar en inglés, echo de menos oír el andaluz por las calles, la gracia de su gente, su acento y su cercanía".
A día de hoy, Irene no descarta vivir en el extranjero en un futuro, especialmente ahora que su pareja es un estadounidense. "Le conocí aquí", nos cuenta. No obstante, explica que se ve trabajando en tierras andaluzas debido a todo el "esfuerzo" que ha hecho hasta la fecha. "Me ha costado mucho llegar a donde estoy en mi carrera profesional en la enseñanza publica", expresa.
Y "como en Andalucía no se está en ningún sitio", tal y como recuerda, qué mejor que regresar con su chico. "Lo haré", concluye, "acompañada de lo más importante que me llevo de esta experiencia, que espero se enamore de mi tierra como lo estoy yo".
Origen de esta noticia y fotos: IDEAL DE GRANADA