Manuel Juan García, promotor inmobiliario, presentador de espectáculos flamencos y experto jamonero.
Imagen superior: Manuel Juan demuestra su habilidad con el jamón.
30/01/2006.- Ya tenemos los alhameños otro motivo para presumir. Al encanto de los tajos, belleza de su balneario y atractivo de su carnaval se suma ahora las cualidades para cortar jamón de uno de sus hijos pródigos. Me refiero a Manuel Juan García, impulsor en la calle Alta, de la Hospedería Casasola y auténtico triunfador en la última edición de FITUR, celebrada en Madrid, gracias a su habilidad y rapidez que, en escasos minutos, deja un jamón totalmente irreconocible. Así lo demostró también en el expositor de Alhama en la Feria de los Pueblos de 2005. Y es que Manuel Juan es de los que lo mismo te plancha un huevo que te fríe una corbata. Eso sí, siempre con su característica pajarita. Así sabemos que, este arquitecto y gerente de Promociones Inmobiliarias Da Vinci, igual presenta un festival de flamenco en el Zaidín o en los Ogíjares que vende una promoción inmobiliaria en Las Gabias. De sus cualidades con el cuchillo prefiero que saquen sus propias conclusiones con la lectura del reportaje que le dedicaba IDEAL el pasado sábado.
Manuel Juan presentando un festival flamenco en el Zaidín
El jamonero más rápido del mundo
Manuel García es el jamonero más rápido a este lado del planeta. Su leyenda extensa le precede y su lema mete pavor en los estómagos más cobardes: «Si abro un jamón es para comérselo», sostiene con un vitalismo que amilana a todos los forajidos. Manuel no concibe eso de empezar una pieza para cortar sólo dos platos. Hay que acabar con ella del tirón. Sólo los más atrevidos, los dispuestos a deglutir lonchas a dos carrillos, superan el duelo. Que te apunten con una pata de cerdo es realmente delicioso
Manuel García, un conocido promotor granadino -entre otros proyectos fue el responsable del Palacio-de Deportes—, ostenta el récord Guiness de corte de jamón en finas lonchas: despiezó con un arte exquisito ocho patas de cerdo en tan sólo tres horas y media, una detrás de otra. «No hay ningún secreto, es cuestión de práctica. Si lees poesía te das cuenta de que cada autor tiene su técnica para hacer sonetos. Pues con los jamones es igual», explica sin desvelar la fórmula.
Pero ayer tenía uno de los retos más peligrosos de su vida, aunque él no fuese consciente tenia que sacar un jamón en Fitur, repartirlo gratis y salir vivo. Un paréntesis aclaratorio. En la feria triunfa cualquier cosa que se regale: hasta dos chanclas del mismo pie, es verídico. Pero la comida se lleva la palma. Un grupo de empresarios granadinos ha repartido en estos días 40.000 bolsitas de chirimoyas Anonas, denominación de origen la única fruta andaluza que tiene este distintivo.
En este Fitur ‘tuneado’, donde los organizadores no saben qué hacer para atraer a los visitantes, Manuel demostró que hay un clásico que garantiza el éxito seguro: “jamón mismo”. Se colocó un guante de acero en la mano izquierda, desenfundó sus cuchillos, sujetó la pieza con una mano y con la otra, a pulso, fue troceando el jamón a una velocidad de vértigo. En pocos minutos, un ingente corto le rodeaba lamiéndose los labios.
Fue una demostración totalmente altruista. Manuel, natural de Alhama, compró en Guadix un jamón de su bolsillo, el dueño del secadero le regaló otro, se pagó el viaje y se plantó en Ifema. Fue la atracción del pabellón, ni globos aerostáticos, ni zancudos ni gaitas. Jamón en finas lonchas y vino de la tierra. «Corto cada año más de cien jamones —dos a la semana- y como no cobro nada no me falta el trabajo», ironiza. Sólo exige alguien que le ayude a repartir los platos, vino y algo da cerveza-que también ayuda a digerir la materia-; son el agua, el viento y el fuego de su filosofía, los tres elementos básicos.
Manuel acude, aunque sin competir a los concursos que se organizan de corte jamonero, fundamentalmente en Extremadura. Lo más difícil que ha hecho ha sido cortar una pieza en mitad de una calle en el Carnaval de Alhama, cuando se lo pidieron de improvisto unos amigos. Para el que quiera ver a Manuel en acción, comentan que el 28 de febrero hará una de sus demostraciones en este municipio. Aunque puede que él todavía no lo sepa. Y si se cruzan con Manuel por la calle guarden cuidado sino quieren tener problemas con el jamonero más rápido del mundo. Ya saben lo que dice la leyenda: «Yo si abro un jamón es para comérselo». Del tirón
TEXTO: QUICO CHIRINO. IDEAL, 28/01/2006
Manuel García, un conocido promotor granadino -entre otros proyectos fue el responsable del Palacio-de Deportes—, ostenta el récord Guiness de corte de jamón en finas lonchas: despiezó con un arte exquisito ocho patas de cerdo en tan sólo tres horas y media, una detrás de otra. «No hay ningún secreto, es cuestión de práctica. Si lees poesía te das cuenta de que cada autor tiene su técnica para hacer sonetos. Pues con los jamones es igual», explica sin desvelar la fórmula.
Pero ayer tenía uno de los retos más peligrosos de su vida, aunque él no fuese consciente tenia que sacar un jamón en Fitur, repartirlo gratis y salir vivo. Un paréntesis aclaratorio. En la feria triunfa cualquier cosa que se regale: hasta dos chanclas del mismo pie, es verídico. Pero la comida se lleva la palma. Un grupo de empresarios granadinos ha repartido en estos días 40.000 bolsitas de chirimoyas Anonas, denominación de origen la única fruta andaluza que tiene este distintivo.
En este Fitur ‘tuneado’, donde los organizadores no saben qué hacer para atraer a los visitantes, Manuel demostró que hay un clásico que garantiza el éxito seguro: “jamón mismo”. Se colocó un guante de acero en la mano izquierda, desenfundó sus cuchillos, sujetó la pieza con una mano y con la otra, a pulso, fue troceando el jamón a una velocidad de vértigo. En pocos minutos, un ingente corto le rodeaba lamiéndose los labios.
Fue una demostración totalmente altruista. Manuel, natural de Alhama, compró en Guadix un jamón de su bolsillo, el dueño del secadero le regaló otro, se pagó el viaje y se plantó en Ifema. Fue la atracción del pabellón, ni globos aerostáticos, ni zancudos ni gaitas. Jamón en finas lonchas y vino de la tierra. «Corto cada año más de cien jamones —dos a la semana- y como no cobro nada no me falta el trabajo», ironiza. Sólo exige alguien que le ayude a repartir los platos, vino y algo da cerveza-que también ayuda a digerir la materia-; son el agua, el viento y el fuego de su filosofía, los tres elementos básicos.
Manuel acude, aunque sin competir a los concursos que se organizan de corte jamonero, fundamentalmente en Extremadura. Lo más difícil que ha hecho ha sido cortar una pieza en mitad de una calle en el Carnaval de Alhama, cuando se lo pidieron de improvisto unos amigos. Para el que quiera ver a Manuel en acción, comentan que el 28 de febrero hará una de sus demostraciones en este municipio. Aunque puede que él todavía no lo sepa. Y si se cruzan con Manuel por la calle guarden cuidado sino quieren tener problemas con el jamonero más rápido del mundo. Ya saben lo que dice la leyenda: «Yo si abro un jamón es para comérselo». Del tirón
TEXTO: QUICO CHIRINO. IDEAL, 28/01/2006