Al parecer, unos papeles junto al calentador, prendieron la llama que provocó un incendio que se pudo sofocar rápidamente, aunque se evacuó a los vecinos y el susto les quedó en el cuerpo.
Sobre las siete y media de la tarde de este domingo, veinte de mayo, las persistentes sirenas de los bomberos hasta su llegada a la calle Pablo Picasso, creaban expectación entre los vecinos. Pocos minutos antes unos viandantes vieron salir humo y llamas por entre las celosías que cubren la zona del lavadero de unos de los últimos pisos que dan a la alhameña calle Pablo Picasso, el mismo edificio que por la parte delantera da a la rotonda de la carretera de Loja y en cuyos bajos se encuentra el estanco de la Joya.
El afortunado aviso de quienes se percataron del inicio del incendio, y la rápida intervención de los bomberos hicieron que la cosa no fuera a más, y en poco tiempo quedó resuelto el incidente, aunque el susto en la evacuación de los vecinos les supuso un sobresalto en la tarde dominical.