17 litografías pertenecientes a la Colección de Diputación de Granada componen la exposición del artista catalán Joan Brossa, titulada “Poemas Visuales”, en los que el artista da una visión muy especial del mundo poético y consigue una expresión muy particular.
23/08/2005.- La exposición itinerante de la Colección de la Diputación de Granada llega a Alhama con las 17 litografías que componen “Poemas Visuales” del artista Joan Brossa. La exposición, organizada por el Ayuntamiento de la localidad en colaboración con Diputación se podrá visitar desde el jueves 25 de agosto hasta el martes 30, en el Patio del Carmen, del consistorio alhameño.
UN HOMBRE ESTORNUDA
Un hombre estornuda.
Pasa un coche.
Un tendero baja la persiana metálica.
Pasa una mujer con una garrafa llena de agua.
Me voy a dormir.
Eso es todo
17 litografías pertenecientes a la Colección de Diputación de Granada componen la exposición del artista catalán Joan Brossa, titulada “Poemas Visuales”, en los que el artista da una visión muy especial del mundo poético y consigue una expresión muy particular.
Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) es un poeta, un mago, un prestidigitador. Sus realizaciones crean juegos malabares, juegos que no son de manos, sino de conceptos o ideas. Dos objetos cotidianos enfrentados, unidos por un título y la poesía se desencadena en el espectador. Una peineta clavada en un balón como imagen de un “País”, esa es su poesía, su magia de las metáforas. El título de sus poemas objeto es la chispa que enciende nuestra imaginación y nos hace ver la realidad de otra manera. Consiguió ampliar la poesía, llevarla a terrenos hasta entonces no explorados. Todas sus creaciones son poemas que han saltado del papel. En palabras de Valeriano Bozal: “inesperadamente el poema se convierte en un objeto, reclama una corporeidad que le da sentido y que, para su realización, resulta imprescindible. Sin dejar de ser lenguaje, el poema se escapa a otro mundo, el de los objetos...”.
Para Brossa las letras son tan significativas en la obra plástica que han traspasado del papel. La poesía en la obra de Brossa es un espacio escénico en el que las palabras se convierten en actores que recrean el significado. Esta poesía se plasma en sus litografías, donde las letras son mucho más que elementos del código escrito y se convierte en unidades significativas completas.
Joan Brossa tuvo una intensa amistad con Joan Miró. No en vano ambos tenían un sentido de la realidad similar, ambos buscaban y encontraban eso que todos llamamos “surrealismo” en lo más cotidiano. Ambos se negaban a mirar como parece obligado y su afán de libertad fue siempre infinito. En 1999, tras su muerte, muchas de la piezas de Joan Brossa constituyeron la fundación que lleva su nombre, aunque también se pensó en su incorporación al fondo de la propia fundación Joan Miró.