El día 15 de noviembre se celebra el “Día contra el abuso del alcohol”. La Diputación de Granada, se suma a la iniciativa y quiere hacer llegar un mensaje a toda la población.
Por este motivo, la Diputación granadina comunica que: “Desde cualquier lugar de la provincia donde se encuentren que tienen a su entera disposición, el Centro Provincial de Drogodependencias y los Centros distribuidos por la Provincia del Servicio Provincial de Drogodependencias, sus profesionales, los tratamientos…en definitiva tienen toda la atención que necesiten no sólo para la rehabilitación sino para la prevención del alcoholismo”
Queremos hacer hincapié lejos de cualquier fundamentalismo, la diferencia entre un uso moderado y ocasional del alcohol, de el abuso, o consumo abundante y reiterado. Queremos también decir a la población más joven, para que sean conscientes de que:
- El consumo abusivo y crónico del alcohol conduce al alcoholismo.
- El alcoholismo es una enfermedad grave que genera importantes trastornos en el comportamiento del individuo, afectando a su vida familiar, social y laboral, y que al mismo tiempo le acarrea serios daños físicos irreversibles.
- Y de que aunque existe la posibilidad de salir de la alcoholdependencia, lo mejor es, sin duda, prevenirla. Este es nuestro principal objetivo.
La población juvenil, donde los consumos recreativos y en fin de semana, son más abusivos sobre todo de alcohol. Por este motivo, y siempre respaldado por los estudios periódicos de consumo, se ha considerado idóneo cambiar el lema para este día a “Día contra el abuso de alcohol”, con la intención de sensibilizar a la población consumidora hacia un consumo moderado y responsable, ya que no podemos ignorar que el alcohol es una droga legal y por lo tanto su consumo. No obstante y siempre en la línea que marca el II PASDA, el objetivo principal de la prevención, y en consecuencia de las campañas de prevención, es conseguir la abstinencia en las últimas etapas de la infancia y en la adolescencia, retrasar al máximo el inicio del consumo en la población y para las personas que ya se han iniciado en él, lo hagan de forma responsable.
No podemos olvidar, que el alcohol es la droga, aunque sea legal, que mas problemas sanitarios y sociales produce, con un elevado coste tanto económico, como social (Enfermedades, accidentes, bajas laborales, ingresos hospitalarios, etc.)
¿Cómo podemos prevenir el alcoholismo en la población más joven?
Para los jóvenes la presión del grupo o pandilla en la que se desenvuelven puede ser decisiva, ya que si sus compañeros consumen alcohol, será difícil que él/ella no lo haga. Y muchos jóvenes no conciben la diversión sin alcohol.
Pero las medidas prohibitivas y coercitivas no tienen mucho efecto entre los jóvenes porque inciden exclusivamente sobre las conductas. Desde nuestro punto de vista es necesario trabajar por un lado, de forma secuenciada en formación en valores y creencias; y por otro lado, trabajar con programas educativos donde se trate la información de una manera elaborada y tratar así de lograr la abstinencia o la moderación.
Porcentajes por drogas de admisiones a tratamiento a 1 de enero a 9 de Noviembre de 2010
El porcentaje de admisiones a tratamiento por alcohol en nuestra provincia ha experimentado un descenso del 3,8% en el últimos año , aunque sigue siendo en la actualidad la primera sustancia por la que piden ayuda las personas.
En lo que va de año se encuentran en tratamiento por problemas de alcohol 2.222 personas, de las que 403 son nuevos casos.
Algunos Datos Epidemiológicos a tener en cuenta según el último estudio realizado por la Junta de Andalucía (Consejería de Igualdad y Bienestar Social) “Los Andaluces ante las drogas X” , 2007, son:
“Las edades de inicio en el consumo de alcohol en Andalucía han bajado, si bien, de los que beben, se inician antes de los 10 años de edad el 1’7% de las personas; de 11 a 14 años el 19’7%; de 15 a 17 años, el 38’4%; de 18 a 20 años, el 29’7%, y de 21 años en adelante, el 10’5%.
El Tratamiento del alcoholismo en la provincia de Granada:
Observamos que entre las personas que inician tratamiento encontramos:
a) Adultos que sin llegar a mostrar los síntomas más llamativos del alcoholismo, han sufrido ya las consecuencias de un consumo abusivo, esporádico o durante los fines de semana, como hábito. Es sabido que algunas personas no consumen alcohol a diario pero que cuando lo hacen, no pueden parar hasta llegar a estados de intoxicación graves y con consecuencias devastadoras para su trabajo, familia y para ellos mismos.
b) Personas jubiladas que han incrementado la cantidad de consumo de alcohol como consecuencia del cambio experimentado en su vida laboral
c) Adolescentes (con unas características parecidas a la de los adultos) que, sin terminar sus estudios obligatorios, han vivido ya problemas judiciales como consecuencia de haberse emborrachado y haber perdido el control de su conducta.
d) Y por otro lado, también acuden personas que tienen un familiar alcohólico/a sin que el afectado lo reconozca, pero que necesitan el apoyo de profesionales para hacer frente a esa experiencia familiar.
También podemos decir que una de las consecuencias sociales más graves que se generan por el abuso del alcohol son las situaciones de violencia en el ámbito doméstico. Aproximadamente, en la mitad de los casos en donde se detectan situaciones de violencia doméstica, éstas van acompañadas del abuso de alcohol, ya sea por parte de la víctima o de la persona que comete la agresión, lo que nos indica que en muchas ocasiones ambas problemáticas están muy vinculadas. Ante esto, debemos dejar claro que hay alcohólicos/as que no ejercen maltrato y personas que ejercen maltrato que no son alcohólicas/as, y que no existe una relación constante entre el abuso del alcohol y la violencia doméstica. El alcohol actúa como desinhibidor y merma la capacidad de razonar, pero existen otros factores que repercuten en el desarrollo de la violencia (genéticos, educacionales y sociales, por ejemplo). Por lo tanto el abuso de alcohol podría considerarse como un factor de riesgo muy frecuente dentro del proceso de la violencia doméstica.
Claves del Tratamiento en el CPD
La confidencialidad y el trabajo individualizado nos facilita conocer cada caso por separado, a la vez que se diseñan intervenciones terapéuticas capaces de adecuarse a las características de cada persona. Como consecuencia de ello, en la actualidad este Centro atiende una variedad importante de personas con problemas de alcohol.
El tratamiento se lleva a cabo de manera integrada ( es un tratamiento bio-psico-social), coordinando los esfuerzos de médicos/as, psicólogos/as, trabajadores/as sociales y educadores/as pudiendo de este modo atender los problemas orgánicos directamente derivados del alcoholismo, los problemas psicológicos que tuvieron que ver con el inicio de esta adicción y los que han podido aparecer como consecuencia de la misma, y los aspectos educativos y sociales que favorecen la abstinencia a largo plazo.
El tratamiento del alcoholismo lleva tiempo. Se lleva a cabo en dos modalidades:
a) sesiones individuales en el que participan el paciente, familia y terapeuta
b) y otras, la intervención se hace en grupo.
(La elección de cada modalidad depende de cada caso, porque como decíamos según sea este, será más adecuada una u otra estrategia).
De los pacientes que han participado en terapia de grupo durante los últimos años, el 64.3 % ha recibido el alta terapéutica, lo que quiere decir que estas personas han superado su problema, psicológicamente se encuentran con el ánimo de encarar la vida y sobre todo, con el deseo de no volver a beber y así evitar una recaída que podría llevarles a situaciones vitales límite.
Desciende en un 3,8% el número de personas atendidas por alcoholismo en el Centro Provincial de Drogodependencias
La vicepresidenta primera de la Diputación subraya que “se puede salir” del problema y anima a las personas afectadas a someterse a tratamiento
El Centro Provincial de Drogodependencias (CPD), dependiente de la Diputación de Granada, ha registrado en lo que va de año un total de 2.222 personas (de las que 403 son nuevos casos) que reciben tratamiento por problemas con el alcohol, cantidad que representa un 29,95% del total de usuarios del centro y que supone asimismo un 3,8% menos que en 2009.
Así lo ha dado a conocer hoy la vicepresidenta primera de la Diputación, Juana María Rodríguez Masa, quien ha mostrado su satisfacción por este descenso del número de usuarios y ha señalado que este dato refleja “el nivel de concienciación de la población”, según ha dicho en una rueda de prensa celebrada con motivo del Día contra el Abuso de Alcohol, que tendrá lugar el próximo lunes, 15 de noviembre.
De acuerdo con sus palabras, “el consumo abusivo y crónico del alcohol lleva al alcoholismo”, que constituye “un problema grave que genera importantes trastornos en el comportamiento del individuo, afectando a su vida familiar, social y laboral, y que al mismo tiempo acarrea daños físicos irreversibles”.
Por ese motivo, Rodríguez Masa ha realizado un llamamiento a las personas afectadas por este problema en el sentido de que se sometan a tratamiento, ya que “se puede salir de la dependencia”, a la vez que ha enfatizado la conveniencia de aplicar medidas preventivas que eviten la caída en el alcoholismo.
Además, ha señalado que el alcohol sigue siendo “la droga que produce más problemas sanitarios y sociales” debido a los “altos costes económicos y sociales” que implica. Así, el 29,95% de los usuarios actuales del CPD reciben tratamiento por alcohol. Le siguen la cocaína (22%), heroína y rebujao (15%) cannabis (13%) y tabaco (7%), además del juego patológico (4%).
El perfil de las personas que inician tratamiento por alcoholismo en el CPD incluye personas adultas que consumen de manera abusiva los fines de semana; personas jubiladas que experimentan un cambio en su vida laboral y, asimismo, adolescentes que llegan a perder el control sobre su conducta y caen por ello también en problemas judiciales. Además, también acuden al centro personas que tienen algún familiar alcohólico y que acuden a pedir ayuda porque la persona afectada no lo reconoce.
Para todas las personas afectadas, el CPD dispone de sesiones de terapia individuales y en grupo, todas las cuales se aplican de manera integral al comprender los aspectos relacionados con la salud orgánica, los psicológicos, los educativos y los sociales. En este sentido, el 64% de las personas que se han sometido a estos programas de terapia de grupo en los últimos años han recibido el alta, lo cual es una muestra de que “se puede salir” del alcoholismo, que tiene una de sus consecuencias sociales más graves en las situaciones de violencia en el ámbito doméstico.
Juana María Rodríguez Masa ha mostrado su satisfacción por el papel que desempeñan en esta lucha las distintas administraciones, ha subrayado la importancia de la coordinación entre las mismas y ha manifestado que “las medidas coercitivas y prohibitivas a veces no dan tantos resultados como la educación, la información e ir concienciando en valores”.
El 1,7% de las personas que se inician en el consumo de alcohol en Andalucía tiene hasta 10 años; el 19,7%, entre 11 y 14 años; el 38,4%, de 15 a 17 años; el 29,7%, de 18 a 20 años, y el 10,5%, de 21 años en adelante, según el estudio ‘Los andaluces ante las drogas’ de 2007. Las estadísticas por provincias presentan desviaciones mínimas en relación con dichos porcentajes.
En este contexto, el director del CPD, Antonio Torres, ha reclamado “que no se vea el alcohol como una bebida refrescante”, ya que es “tóxica”, y ha hecho un llamamiento a las familias en el sentido de, por ejemplo, “poner una jarra con agua a la hora de comer y dejar el alcohol como algo excepcional”. De acuerdo con sus palabras, la prevención del alcoholismo debe empezar “desde la más tierna infancia” y afecta asimismo al sistema educativo, desde la educación primaria hasta el ámbito universitario.