Tanto Alhama como otras trece localidades han solicitado información a la DGT para adherirse al sistema y poder sustraer puntos en las infracciones denunciadas por los agentes.
Los conductores de la provincia granadina deben aumentar también la precaución en muchas de las vías urbanas si no quieren ver reducido el número de puntos de su carné a manos de la Policía Local. Y es que ya son 46 los municipios que se han adscrito al sistema de la DGT, de modo que los agentes municipales tienen la capacidad para descontarlos en las infracciones que detecten. Asimismo, otros trece ayuntamientos han pedido información a la Jefatura Provincial de Tráfico sobre el procedimiento para adquirir dicha competencia.
Los 46 municipios preparados cuentan con soporte informático que les permite acceder directamente al Registro de Conductores e Infractores de la DGT y retirar por sí mismos los puntos a los conductores. En estas localidades, un funcionario designado por el ayuntamiento se encarga de acceder al registro –mediante un certificado digital expedido por la DGT– de donde sustrae los puntos pertinentes del conductor denunciado por los agentes locales, una vez que la resolución es firme.
Junto a estos municipios, donde las denuncias de los agentes locales sí suponen una merma real de puntos, existen otros ayuntamientos que están iniciando los trámites para instalar el soporte informático. Huétor Tájar, Albolote, Motril, Ogíjares, Peligros, Alhama de Granada, Guadix, Huétor Vega, La Zubia, Cájar, Gualchos-Castell de Ferro, Otura y Atarfe son estas localidades en proceso de adscribirse al sistema, según informó la DGT.
Este soporte equipara las infracciones con las de la Guardia Civil
Gracias a este soporte, se equiparan las infracciones que la Guardia Civil presencia en las carreteras o en los pueblos que, por su número de habitantes, no disponen de Policía Local con las irregularidades realizadas en las zonas urbanas ante los agentes municipales. No obstante, desde la entrada en vigor del carné por puntos muchos ayuntamientos remiten a la DGT las infracciones más graves para que sus autores sean castigados con la sustracción de puntos aunque no se hayan adherido al sistema.