Varios alhameños entre los agraciados con el Gordo de Navidad en Sabadell



Fernando Vega y su capataz, trabajadadores de la empresa Reche, aprovecharán el premio para tapar agujeros y ayudar a sus hijos.


 La Lotería de Navidad ha pasado de largo por nuestra comarca, pero al menos algunos de nuestros paisamos que, por  necesidades de la vida, tuvieron que emigrar a Cataluña se han visto agraciados y, eso que se agradece en cualquier momento, todavía más en tiempos de crisis como los atuales. En la jornada del sábado el diario Ideal dedicaba un amplio reportaje a los granadinos que se han convertido en millonarios de la noche a la mañana, entre ellos el alhameño Fernando Vega y su capataz (no se indica el nombre, empleados de la pequeña empresa constructora Reche que ya tienen pensado a qué dedicaran el premio: tapar agujeros y ayudad a sus hijos.

 Ser agraciado con el Gordo de Navidad es cuestión de suerte, pero saber qué hacer con tanto dinero depende de las necesidades de cada uno. En estos momentos en que la crisis aprieta, esta inesperada inyección de dinero, gracias al número 32365, aliviará en parte las deudas que asfixiaban a algunos vecinos del barrio barcelonés de Can Rull (Sabadell). Si bien el primer premio esquivó a la provincia de Granada, hay quien ha podido descorchar el cava y celebrar tan buena dicha, después que sus familiares, residentes en esta localidad catalana, quisieran compartir con ellos los décimos con el número premiado.

 Cada uno tiene una historia que contar, pero que 90 millones del Gordo hayan recaído en este barrio obrero con hipotecas por pagar y algunos vecinos sin trabajo, permite empezar el 2009 con algo más de tranquilidad. Hay quien ahora podrá conciliar el sueño, tras varios meses de agonía debido a las deudas. Sin embargo, hay quien ya se ha dejado ver por algunos concesionarios de la ciudad que también confían en que estos nuevos millonarios contribuyan a recuperar las ventas de automóviles, en uno de los sectores más afectados por esta situación económica.

 La Administración situada en pleno corazón de Barcelona, en las Ramblas, así como la Administración número 1 de Sant Quirze del Vallès, repartieron gran parte de la suerte en Cataluña, pero, sin lugar a dudas, fue en el Bar Sócrates de Can Rull donde la fiesta fue memorable y, sobre todo, andaluza. Su propietaria, Ana Gámiz, procedente de Guadahortuna se siente feliz, no sólo porque haya sido agraciada, sino porque ha repartido el premio entre sus vecinos, la mayoría granadinos como ella. El local se ha convertido en un improvisado lugar de peregrinaje, aunque los curiosos se encuentran con las persianas bajadas. Después de todo, no siempre se gana tanto dinero, así que se han tomado unas merecidas vacaciones y cuando terminen estas festivas fechas, volverán a compartir con sus clientes la alegría que les ha reportado este premio.

Ana y el Bar Cal Pedrito

 La casualidad ha querido que Ana Gámiz, quien antes regentaba el Bar Diana, a unos escasos metros del Bar Sócrates que abrió hace poco más de uno año, haciendo frente a una costosa reforma, pueda iniciar el nuevo año con nuevos proyectos para su negocio. Pero, al margen de la fortuna, lo más reconfortante es el cariño de sus clientes y vecinos que también han percibido un pellizco.

 No es la única a quien la suerte le ha sonreído. Tras el cierre temporal de su local por descanso del personal, muchos han tenido que continuar su rutina diaria en otros locales de la zona. El Bar Cal Pedrito se ha convertido en lugar frecuentado por afortunados que quieren compartir con los suyos esta buena nueva.

 Entre ellos, localizamos a Jacobo Rodríguez de 24 años y que se encuentra en paro. Pese a ser uno de los vecinos más envidiados, no ha renunciado a desayunar, como todos los días, con sus amigos. Si bien él nació en Sabadell, su padre, Eduardo Rodríguez, que llegó a Cataluña buscando una nueva oportunidad tras dejar Pedro Martínez, también ha sido agraciado con el Gordo de Navidad.

 «Ha sido muy inesperado, pero toda la familia hemos sido afortunados. No sé qué haré con el dinero. Estoy en paro y lo único que se me pasa por la cabeza es comprarme un piso, porque ahora sí puedo hacerlo. Pero por lo pronto toca celebrarlo y luego ya decidiré. Nunca nos había pasado algo así, pero lo mejor es que a mi tía, que reside en Granada, también le ha tocado porque le enviamos un décimo. Estoy feliz aunque mis amigos no han tenido la misma suerte que yo», reconoció Jacobo Rodríguez.

Participación para tres

 Felicidad también para las propietarias de la Charcutería-Carnicería Cristina que se encuentra a pocos metros del Bar Sócrates. Este negocio familiar, regentado por tres hermanas procedentes de Pinos Puente no han podido dejar de trabajar. En estas señaladas fechas han tenido que seguir con su negocio, aunque no han cesado de recibir felicitaciones de sus clientas. Carmen Segura y su hija Yasmina Oltra se ponen el delantal con una amplia sonrisa.

 «Teníamos una participación las tres hermanas, aunque mi hija sí ha pillado un pellizco más grande. Lo mejor es que por la carnicería han pasado otras vecinas a las que también les ha tocado y te das cuenta que ha sido un premio muy justo en un barrio donde la crisis se ha notado mucho. Ahora, algunos podrán respirar un poco. Sobre todo, le ha tocado a gente joven que podrá hacer frente a sus hipotecas», dijo Carmen Segura.

 Pero la suerte no ha sido para todos. Si bien Carmen visitó a su hermano Eduardo en Pinos Puente hace dos semanas y le obsequió con un décimo comprado en la administración de Sant Quirze, éste no resultó agraciado con el primer premio de la Lotería. «Compré un décimo a mi hermano y yo tenía el mismo pero no nos tocó. A mí sí de una participación. Por lo pronto, me gustaría hacer un viaje, puede que a Grecia, aunque a mi hermano que no ha sido afortunado le vamos a hacer un regalo seguro», añadió Carmen Segura.

 En otra tienda del barrio, la Pescadería Bonamar, también se ha celebrado con intensidad este premio, aunque a medias. Cuando José Navarro decidió dejar su Iznalloz natal con sus hijas pequeñas, nunca llegó a creer que a una de ellas, Susana que regenta junto a su marido Juan Carlos este negocio familiar y que tiene una hija de 2 años, María, la suerte le sonriera en un momento en que las deudas empezaban a apretar.

 «Estoy muy contenta aunque sólo me ha tocado a mí. Este dinero lo voy a emplear seguro a liquidar mi hipoteca y a compartirlo con los míos. Llevar este negocio es complicado en estos momentos de crisis y llega en el mejor momento», comentó Susana Navarro.

 En el mismo lugar se encontraba también Francisca Cortés, clienta habitual de la pescadería, que no se siente millonaria, pese a que su marido Pedro le ha tocado medio décimo que compró, precisamente, en el Bar Sócrates. Pese a que no envió suerte a sus familiares de Granada capital, a tres de sus cuatro hijos también les ha tocado el Gordo. Han sido unas Navidades distintas.

 «No nos lo esperábamos, pero puede ser un buen momento para arreglar nuestra casa. ¿Cambiar de barrio? Llevo mucho años aquí y estoy muy a gusto. A tres de mis cuatro hijos también les ha tocado la Lotería, pero me veo con la obligación de ayudar al que no ha sido agraciado, ya que trabaja para una empresa que no les paga desde hace un tiempo», se sinceró Francisca Cortés.

 No puede decir lo mismo la empresa Reche. Su propietario no sólo se ha hecho millonario sino que también a parte de su familia residente en Baza y a todos sus empleados, entre ellos, Fernando Vega, granadino como su capataz, pero de Alhama de Granada que aprovechará para tapar agujeros y ayudar a sus hijos.

 «El lunes el barrio fue una locura. Medios de comunicación, gente feliz por la calle y la policía que tuvo que cortar el tráfico porque era imposible circular. Nos viene a pedir de boca, porque muchos de ellos son jóvenes y con hipotecas por pagar. Es lo que tendré que hacer yo con mis hijos. Primero quiero liquidar algunas deudas y después ayudarles en estos momentos tan difíciles», declaró Fernando Vega a quien la suerte le ha sonreído dos veces, ya que en la década de los 90 ya se llevó el Cuponazo de la ONCE, aunque este premio es mucho mejor.