El curioso reportaje de un "bautizo de rumbo" en Alhama, en noviembre de 1920, nos permite conocer cuatro imágenes inéditas de nuestro pueblo (en la imagen el padrino, el bebe y su madrina)
La revista, de ámbito nacional, dio a conocer esta celebración como algo típico andaluz a punto de desaparecer
En esta revista, dirigida por Francisco Verdugo, se cuenta como algo típico andaluz y ciertamente llama la atención el vocabulario utilizado para describir el acontecimiento y sus personajes principales. Pero lo más interesante es su ilustración con cuatro fotografías del "señor Pérez Romero" que tuvo "la buena fortuna de sorprender una de esas fiestas familiares, cañís" y que nos ofrece ahora la posibilidad de ver lo poco que ha cambiado la entrada de la Parroquia y arco de la sacristía, y lo mucho qe lo ha hecho en 87 años la fachada principal del Balneario, un paseo que aunque el pie de foto indica que se trata de los jardines de los Baños me inclino más por la alameda poco antes de donde ahora se encuentra la Pila la Carrera. En la última imagen tomada desde la puerta del la antigua plaza de abastos, aparte de los "tres centenares de chiquillos" se observa en la parte izquierda esta histórica fuente antes del traslado a su ubicación actual. Como no tiene desperdicio reproducimos a continuación el texto íntegro de esta noticia así como las fotos individualmente para que se puedan apreciar mejor. Eso sí, creemos que el cronista se equivoca al afirmar que "este acontecimiento que habrá de recordar la gitanería de Alhama, a través de los siglos". Muy al contrario, dormiría el dulce sueño de los justos si no llega a ser porque la casualidad ha hecho que este número de la revista "Nuevo Mundo", cuyo precio de venta era de 40 céntismos de la época, llegue a mis manos.
"Un bautizo original en Alhama de Granada"
Entre lo poco pintoresco que va quedando en España, se hallan ciertas costumbres populares andaluzas. Una de ellas, el llamado "bautizo de rumbo". Sus elementos componentes, indispensables, son: el padrino dadivoso, la madrina de buen palmito y ostentosamente ataviada, y el cortejo de mujeres guapas, tocadas de blanca mantilla y alta peineta, al que flanquean o dan escolta los mocitos juncales y dicharacheros. Con esto, una docena de cohetes, una charanga, tres centenares de chiquillos que digan: ¡viva el padrino!, repique de campanas y generosa distribución de mostillo, compónese el alegre cuadro de un bautizo popular andaluz, que aún alcanza más vivacidad de colorido si sus personajes pertenecen a la gitanería.
Nuevo Mundo, nº 1400, 12 de noviembre de 1920
Portada del número 1400 y diseño de la página a la que hacemos referencia.