Se ha recogido su iniciativa de hacer el reportaje de comunión gratis a las personas que no tengan recursos.
Agustín, el fotógrafo que ofrece fotos de comunión gratis a familias en dificultades
El reportero gráfico, que deja de ganar 500 euros por sesión, quiere brindar ilusión a quienes no pueden permitirse sus servicios
La pandemia de la Covid-19 ha cubierto el mundo de un manto de tristeza, temor y resignación que hace que los buenos gestos brillen más que nunca. Entre tanta oscuridad, resalta la luz que irradia la iniciativa de un fotógrafo granadino que ha querido ser altruista con las familias que precisen de sus ser- vicios. Se llama Agustín y está haciendo sesiones de fotografía de comunión de forma gratuita.
Nacido en Granada hace 43 años, Agustín Zurita vive ahora en Alhama de Granada, desde donde viaja a cualquier punto de la provincia para trabajar en lo que más le gusta. «Tengo la fortuna de vivir de mi pasión», explica a IDEAL. Porque ama lo que hace, es un hombre volcado con su profesión y dispuesto a darlo todo por ella, incluso su propio dinero. Por eso, hace unos días se ofreció, a través de su página de Facebook, a hacer fotografías de comunión de manera altruista para quien lo necesite.
Su ofrecimiento ha resultado ser un éxito y un motivo de alegría para 12 familias que ya han contactado con él, según avanza Agustín. En un año en el que la economía está arrasando la hucha de los hogares, es consciente de que hay muchas personas que no pueden permitirse las sesiones fotográficas que se hacen en eventos de este tipo. «Yo no voy a pedirles dinero, porque no es justo que se puedan quedarse sin algo que les hace mucha ilusión», dice.
Reconoce que 2020 está sien- do duro también para su sector, sobre todo en cuanto a las bodas: «He hecho muchas menos de las que tenía comprometidas». Sin embargo, esa circunstancia no le ha frenado a la hora de poner su granito de arena en forma de fotografía. Aunque deja de ganar aproximadamente 500 euros por sesión, le basta con ver cómo disfrutan los niños y el sentimiento de agradecimiento de sus familias para hacerlo.
Doce niños han podido tener un recuerdo de este día tan especial gracias al altruismo de Agustín
El amor de Agustín por la fotografía nació con él. «Mi abuelo tenía una cámara Olympus, que aún conservo, y yo me ponía por toda la casa a probarla. Cogía telas negras y las colgaba creando habitaciones oscuras para revelar las fotos», recuerda el fotógrafo granadino. Así, tras varios años trabajando en otros sectores, en 2009 decidí dejarlo todo y dedicarse a la fotografía social.
Confiesa que lo que más le gusta son las bodas. «A veces hago una fotografía en una ceremonia y estoy deseando llegar a casa, aunque sea de madrugada, para pasarla al ordenador y verla», admite, y aunque también se ha dedicado a hacer instantáneas de naturaleza, prefiere fotografiar emociones y ver sentimiento en un hombre que atesora cariño por lo que hace, este acto altruista con las comuniones no es el primero que hace.
Confiesa que lo que más le gusta son las bodas. «A veces hago una fotografía en una ceremonia y estoy deseando llegar a casa, aunque sea de madrugada, para pasarla al ordenador y verla», admite, y aunque también se ha dedicado a hacer instantáneas de naturaleza, prefiere fotografiar emociones y ver sentimiento en un hombre que atesora cariño por lo que hace, este acto altruista con las comuniones no es el primero que hace.
Fotógrafo solidario
En verano se ofreció también a fotografiar gratuitamente a aquellas personas que habían luchado en primera línea contra el coronavirus. Médicos o policías pasaron por delante de su objetivo y el éxito fue tal que muchos recurrieron a sus servicios. Inspirado por aquello, ahora se ha decidido a poner su talento al servicio de los niños y sus familias. Parte de la culpa la tiene su hija Manuela, de 5 años, que es el «motor» de su vida y que le recuerda a diario la felicidad que atesoran los niños con cualquier cosa.
«Las familias han sido muy agradecidas, aunque sí que noto que hay quienes me piden el favor con cierto reparo». Su solidaridad incluso le ha llevado a traspasar fronteras y ya hay hasta una familia malagueña que ha solicitado sus servicios. En un año en el que todo parecen malas noticias, gestos como el suyo ayudan a verle el lado positivo a la situación. Por si fuera poco, aunque está dejando de ganar dinero, se muestra humilde: «No quiero ser egoísta y no me puedo quejar, porque este año le está yendo mal a todo el mundo».
Página 12 de IDEAL del miércoles 4 de noviembre de 2020
Su página web: http://agustinzurita.com