Una maleta, supuestamente abandonada, crea una falsa alarma en la ES La Joya



La Guardia Civil cerró la estación de servicio y acordonó la zona hasta comprobar su contenido.


 Los hechos ocurrieron pasado el mediodía de este lunes, 4 de septiembre, cuando una persona dejó una maleta en un lateral de la estación de servicio La Joya, de Alhama, y abandonó el lugar. Esto levantó las sospechas de los empleados que avisaron a la Guardia Civil, cuyo cuartel se encuentra también a pocos metros de esta gasolinera sita en la plaza Duque de Mandas.

 La Guardia Civil, entendemos que siguiendo el protocolo que tiene para estas cuestiones, cerró el perímetro de la estación, acordonó la zona y dio aviso a la brigada de la unidad que se encarga de la manipulación de objetos sospechosos, unidad canina y artificieros, los cuales se presentaron con un perro adiestrado en la detección de explosivos.

 Durante el tiempo en que transcurrió el incidente, y, al tener que desviar a vehículos y peatones que pasaban por el lugar, entre las personas que se congregaban alrededor de la plaza corrían todo tipo de rumores; que si una fuga de gas, que si un escape de uno de los tanques de la estación de servicio, que si un bulto sospechoso, etc., dándose la circunstancia que, entre los congregados, se encontraba una persona que, ajena a lo que pasaba, esperaba pacientemente a que se reabriera la gasolinera para seguir su viaje, y viendo que podía perder el autobús preguntó si podía recoger su equipaje, resultando ser el dueño de la maleta que la había dejado allí mientras realizaba una gestiones, ya que la gasolinera también se encuentra al lado de la parada de autobuses.

 La Guardia Civil lo acompañó hasta la misma, una vez que los especialistas y el perro no habían detectado nada sospechoso, para abrirla e inspeccionar su contenido, el cual no era otro que lo normal en alguien que viaja; ropa y algo de comida.

 Para las dos y media de la tarde ya todo se había aclarado y se restablecería la normalidad en la zona, si bien este incidente no tuvo mayor importancia, salvo la razonable inquietud de quienes pueden sospechar de algún objeto y comportamiento anómalo en los tiempos que corren, al menos sirvió para comprobar la rapidez y eficacia con que la Guardia Civil actúa en estas cuestiones, pese a las ligeras molestias que podamos sufrir los ciudadanos. Algo que tranquiliza.








Fotos: Pablo Ruiz