Francisco Ramírez Palacios, Pachi para los amigos, forma parte desde hace más de dos años de la empresa alhameña Hermanos Valenzuela SL, desarrollando actualmente su labor en la planta de reciclaje Temple Reciclados.
En el verano 2015, esta empresa alhameña, ya dio un paso importante en el compromiso con el bienestar social, al poner en marcha la planta de reciclaje, Temple Reciclados, con el objetivo de reutilizar los residuos procesados y recuperar las sustancias útiles para evitar o reducir su vertido y con ello ayudar a amortiguar el impacto medioambiental, en una clara apuesta por mejorar la calidad del nuestro entorno.
Pero a final de este año, Hermanos Valenzuela, va un paso más allá y decide dar una oportunidad laboral a Francisco Ramírez Palacios, un joven alhameño, alumno del Centro Ocupacional “El Lucero”, que semana tras semana demuestra su valía en los diferentes ámbitos en los que se desenvuelve.
Pachi, tiene 38 años y forma parte del Centro Ocupacional “El Lucero” desde septiembre del año 1998, en el cual se ha convertido en una pieza fundamental, realizando todo tipo de funciones, aunque a lo largo de los años se ha formado y especializado como un excelente encuadernador, siendo el responsable de este departamento dentro del centro. Pero el afán de Pachi por aprender y sentirse parte activa de nuestra sociedad, le lleva a ir más allá y le ha convertido en un artesano del aluminio, dedicando su tiempo libre a darle forma de cenicero a infinidad de latas de refresco que expone y vende cada vez que le dan la oportunidad. Como buen alhameño, Pachi, también ha formado parte de varias murgas y comparsas de nuestro Carnaval, siendo en estos últimos años un miembro destacado de “Los que Faltaban”, además, cada fin de semana colabora con la UD Alhameña ayudando al buen funcionamiento del kiosco del campo de fútbol.
Debido a su inquietud y perseverancia en aprender, a finales del año 2015, la empresa alhameña Hermanos Valenzuela, decidió darle una oportunidad laboral y Pachi comenzó a trabajar como encargado de mantenimiento, para poco después pasar a la planta de reciclaje como encargado del triaje de los residuos que allí llegan. Su función es seleccionar y clasificar los distintos materiales (cartón, plástico, aridos…) que posteriormente son procesados y reutilizados. Su efectividad y meticulosidad en el trabajo es contrastada por su compañero Fernando, el cual destaca el buen hacer en el trabajo de Pachi.
Este tipo de actuaciones llevadas a cabo por esta empresa, tan escasas en el panorama laboral alhameño, son de suma importancia si queremos conseguir una sociedad más sana, donde los filtros queden a un lado y seamos capaces de valorar a las personas por lo que son capaces de hacer y no por la etiqueta que llevan pegada en la frente. Al confiar una tarea a cualquier persona, no sólo la estamos ayudando a sentirse útil e importante dentro de la sociedad en la que convive, sino que estamos colaborando a que esa misma sociedad abra los ojos y se de cuenta de la valía de esa persona. Todos tenemos una habilidad en la que somos realmente magníficos, sólo tienen que darnos la oportunidad de poder demostrarlo.