Hace un par de días Feijóo pidió a los carteros que repartan todos los votos, a pesar de sus jefes y que les pagaría las horas extras en el primer consejo de ministros.
Una vez más demostró que cuando habla en público de su boca sólo salen datos falsos, galimatías, sandeces, insultos y ataques injustos e injustificados.
Firma invitada: Prudencio Gordo Villarraso | ALHAMA
Con esas palabras atacó y puso en tela de juicio la profesionalidad y la entrega de más de cincuenta mil trabajadores que se supone que conocen sus obligaciones y las llevan a cabo lo mejor que pueden y demostró un desconocimiento (o si lo conoce se lo trae al pairo) del funcionamiento de esta empresa pública, algo grave en un candidato a la presidencia de gobierno y más grave todavía en alguien que presidió la empresa entre 2000 y 2003.
Naturalmente desde Correos le respondieron que el proceso de voto por correo cuenta con todas las garantías y que las horas extras ya están presupuestadas y por tanto los empleados las cobrarán sea cual sea el resultado de las elecciones.
Desde estas líneas quiero mostrar mi solidaridad con los carteros
Algún dirigente más del PP aprovechó para dejar entrever o sugerir un pucherazo dando muestras del ‘trumpismo’ y la deriva reaccionaria y agresiva que cada vez más va teniendo la dirigencia de este partido.
Desde estas líneas quiero mostrar mi solidaridad con los carteros, que además de tener que soportar las tórridas temperaturas de estos días con una carga mayor de trabajo, encima tienen que aguantar que mequetrefes del tres al cuarto les digan cómo tienen que desempeñarse.
Y también quiero subsanar una carencia de esta sección, de su titular, pero también mía, que algunas veces le sugiero ideas o desde hace algún tiempo las escribo con más o menos acierto.
Y es que, de igual manera que las primeras miradas trataban de cómo había ido cambiando Alhama, sus servicios médicos, educativos etc., se debería haber escrito una de la importancia que una oficina de correos tiene, sobre todo en un pueblo del tamaño de Alhama.
En los primeros años de nuestra llegada todavía nos escribíamos cartas con nuestra gente de Barcelona. Eran tiempos pre internet, no teníamos teléfono y cuando lo solicitemos tardaron meses en instalarlo. Además, no existía la tarifa plana y las pocas veces que se llamaba había que estar pendiente de en qué horario o día de la semana era un poco más barato hablar.
actualmente la oficina de correos sigue siendo de vital importancia
Además, las librerías rurales no estaban tan bien abastecidas en cantidad y variedad de títulos como hoy día y a los que nos gustaba y nos sigue gustando acumular libros, además de sacarlos de la biblioteca, no lo teníamos tan fácil. En una ocasión alguien le facilitó a Antonio un catálogo de la Librería Fontana, una librería de Barcelona dedicada a la venta por correspondencia de libros descatalogados o difíciles de conseguir. Eran catálogos humildes, sobrios, pequeños folletos de tamaño octavilla sin ilustraciones y con descripciones muy asépticas del contenido y continente del libro, sin intentar convencerte de que solo ellos ponían a tu alcance las mejores delicatessen editoriales.
Recibíamos el catálogo cada mes y con él se abría una puerta a nuevos mundos de detectives desencantados, espías, filosofía, historia… hecho el pedido esperábamos impacientes la llegada del aviso para recoger el paquete en la oficina de correos, sin la cual hubiéramos tenido muchísimo más difícil satisfacer nuestra afición.
Y actualmente la oficina de correos sigue siendo de vital importancia, pues, aunque ya apenas se escriban cartas entre particulares todavía las administraciones envían en formato físico sus avisos o decisiones a la ciudadanía. También es muy útil poder recoger aquello que no se consigue en el comercio local y hay que pedir on line, en correos, poder ir cuando te conviene y no tener que estar pendiente de la llegada del repartidor o de si te entregará tu paquete a ti o a otra persona, se dan casos.
Podría escribir más ejemplos de la importancia y utilidad del servicio de correos, pero tampoco quiero aburrir al personal.
Así que esta semana la mirada está escrita por el becario metiche.