El etnógráfo, Pedro Pablo Pellín (en la imagen), prepara el expediente para la propuesta de Lugar de Interés Industrial para este complejo fabril localizado en el municipio de Arenas del Rey, a tan sólo 2,5 kilómetros de Fornes.
Las abejas le llevaron a las plantas aromáticas, éstas a la etnografía y la etnografía a la antigua fábrica que la Unión Resinera explotó durante tres cuatro de siglo de la pasada centuria hasta su definitiva venta a la Junta de Andalucía. Su investigación sobre "Las industrias del monte: Etnografía, patrimonio y desarrollo rural en las sierras de la Almijara (Granada)", publicado en el Anuario Etnológico de Andalucía le ha valido para ser el responsable de la elaboración del expediente para la propuesta como Lugar de Interés Industrial del conjunto de la Resinera situado en el municipio de Arenas del Rey, a 2,5 kilómetros de Fornes, cuyas antiguas escuelas y capilla se han transformado en el Punto de Información del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
“Ha sido una iniciativa de la Consejería de Cultura que pretende, al igual que se hizo con las minas de Alquife que ya tienen este reconocimiento, que se elabore una documentación para justificar los elementos arquitectónicos que quedan. Por eso son tan importantes los recuerdos de las personas que trabajaron y vivieron en la colonia de La Resinera”, nos comenta. Por este motivo, Pedro Pablo Pellín, recorría el pasado puente festivo los pueblos de Fornes, Jayena y Arenas del Rey para completar el estudio que iniciara en su anterior trabajo. “Pretendo documentar la actividad de más de siete décadas que dio de comer a las familias de la vertiente norte, para que de esta forma sean preservados como patrimonio cultural andaluz la historia y los elementos que la favorecieron”, nos indica este veterinario de profesión que actualmente trabaja para una empresa almeriense de control de plagas agrícolas.
La Resinera es una de las industrias de obtención de resinas más importante del siglo XX, la única que queda en Andalucía y unas de las pocas a nivel español. Fue adquirida por la Unión Resinera Española hacia 1901 y estuvo centrada en la elaboración de pinturas, barnices y jabones hasta su completo declive iniciado tras el incendio de 1975. “A éste sucedieron otros incendios repetidos hasta la situación actual en la que está a punto de producirse una desconexión con las nuevas generaciones mientras que los elementos arquitectónicos que quedan impresionan y hacen preguntarse sobre su funcionalidad a los que visitan la zona”.
Cuestiones que con su trabajo pretende dar respuesta y para el que solicita la colaboración ciudadana. Para el también autor de "Calderas, romanas y romaneros: pasado y presente de la recolección y destilación tradicional de plantas aromáticas de Granada", (CIE, Diputación de Granada. 1.992) “son muy importantes los testimonios orales de cómo funcionaba cada parte del proceso, así como cualquier imagen en la que se vean las instalaciones para poder documentar con fuerza lo que significó esta industria para los habitantes de la zona”. Para ponerse en contacto con él nos facilita el correo electrónico el