La carretera tiene futuro

La otra mirada


No estoy muy seguro de que el “Espadón de Loja” arrimase el ascua a su sardina, llevando la carretera de Granada a Málaga a pasar por Loja, en detrimento de Alhama.

 Pero poder, oportunidad y, seguramente, ganas, sí que tuvo el que fue uno de los más poderosos políticos, militares y caciques de la época de Isabel II, en todo caso si me he equivocado gente hay en esta casa mucho más versada en Historia que yo que podrán poner certezas allí donde yo sólo pongo dudas.

 En cualquier caso, es un hecho que el viejo camino medieval que iba por los Montes de Málaga fue el elegido para hacer la ruta que uniría Málaga con Granada y Bailén en 1799, a través de Colmenar y Loja que fue declarada “Carretera general del reino” en 1831 con lo cual Zafarraya y Alhama quedaron definitivamente alejadas. No hemos tenido suerte con las carreteras desde tiempos bien lejanos, concretamente desde finales del siglo XVIII.

 Y seguimos sin tener suerte ahora en este iniciado siglo XXI, pero, que no cunda el pánico, la carretera tiene futuro, un largo futuro que superará con mucho a todos los integrantes del Consejo Consultivo para que la variante de Moraleda se termine ahora, ni mañana ni después, cosa que esperan conseguir gracias a la movilización ciudadana, de los partidos y de las empresas y asociaciones. El éxito está asegurado. La carretera se terminará alguna vez y esta plataforma, a la que no voy a insultar sugiriendo intereses electoralistas bien alejados del bien común y centrados en el beneficio del PP de Alhama, podrá decir que lo han conseguido y brindar con cava o champan, según el presupuesto de cada cual.

 Sí quiero recordar que en tiempos en los que se trataba de conseguir la nuestra, la de los alhameños, el partido popular se unió con la intención, legítima por otra parte, de molestar a la Junta de Andalucía en Granada y cuando constató que no lo conseguía abandonó la Plataforma con la excusa de que era humo y no servía para nada. No dudo de las intenciones de mucha de la gente integrada o a punto de integrarse en el Consejo Consultivo, yo no voy a caer en la grosería de llamarlos “lacayos del PP de Alhama”, porque eso sería situarme en la misma honda que el digno preboste de dicho partido, el señor Ubiña a quien como alcalde-presidente de mi pueblo debo respeto y consideración, y lo tiene, pero como jefe de su partido es otra cosa.

 Como alcalde le reconozco que, gracias a la gestión, el trabajo y el interés de los funcionarios, el personal laboral y la ideas y esfuerzo de la oposición, el día a día va saliendo, vamos tirando, pero podríamos ir mejor si se pusiese el mismo empeño en trabajar por Alhama que el que se pone en hacer oposición a la oposición aquí y al gobierno andaluz, en Granada. Que, por cierto, de allí vienen, vía Diputación, o Junta de Andalucía, los dineros públicos que crean algunos puestos de trabajo gestionados por el Ayuntamiento.

 Soy el segundo en desear que la carretera esté terminada a gusto de todos (en el primer lugar que se situé quien crea merecerlo) y en desear toda suerte de mejoras en la Comarca de Alhama; pero estoy convencido de que hay cuestiones en las que la realidad se impone al deseo y por mucho que el Consejo Consultivo consulte, la carretera se terminará cuando buenamente se pueda. Y que una vez terminada sucesivas generaciones de alhameños transitarán por ella ignotos de que hubo un montón de gente dispuesta a emprender la lucha para que ellos pudiesen disfrutar de ella.

 Tal vez moleste el tono ligeramente jocoso que esta mirada tiene, pero es que realmente creo que hay cosas mucho más importantes por las que implicarse en Alhama que las de intentar aprovechar las cercanía de las elecciones, los del PP de Alhama son los primeros en recordarlo en su muro de Facebook, para atacar a la Junta de Andalucía: vivimos en un pueblo con un esplendoroso pasado, pero con un presente más bien mediocre en cuestiones que no sean de jolgorio y festejo, que ahí destacamos, y con un futuro que no veo especialmente esperanzador para la gente joven que ha de incorporarse al mercado laboral. La carretera tiene futuro, os lo aseguro. Nuestros jóvenes, espero y deseo que lo tengan.