Querido año nuevo

La otra mirada

 Como ya hace tiempo que no creo en entelequias como Reyes Magos, papás Noeles ni santos Nicolases, me dirijo a ti, no tanto para pedirte nada, como para darte algunos consejos, espero que útiles.

 Muy niño te veo, que apenas tienes dos días de vida, según me dice el calendario, pero andas sobrado de valor que, como dice Mafalda esa niña-adulta o adulta-niña que todos queremos, el año que viene tiene que ser muy valiente para venir estando las cosas como están, y tu has venido. A un mundo en completa crisis en sus siete acepciones, a un sistema, el capitalista que ya no sabe resolver los problemas de la gente, si es que alguna vez lo supo o quiso. En cualquier caso tú debes tener paciencia, porque no creo que seas el año que vea la caída de ese sistema económico que, como los que lo antecedieron alguna vez dará paso a otro más capaz de dar respuesta satisfactoria para todo el mundo (y cuando digo todo el mundo quiero decir todos los habitantes de este planeta) a una pregunta tan sencilla como ¿Hoy qué comemos?, que en demasiados casos es ¿Hoy qué?, ¿Comemos?.

 Me gustaría poder decirte quien tiene respuestas para la situación en la que estamos, pero, como no soy adivino, augur, mago, nigromante, profeta, astrólogo ni cosa que se le parezca, no lo sé. Pero parece de la más elemental lógica que quiénes nos han traído aquí y están muy cómodamente instalados, no tienen deseos de que esto cambie demasiado. Toca, pues, esperar a que otra gente haga otras cosas distintas a las que ahora se están haciendo y, como la mejor manera de poner y quitar gente del poder es mediante elecciones habrá que esperar a que estas lleguen para actuar en consecuencia. Esto creo que tendrá lugar para cuando tú tengas ya casi la madurez alcanzada, con ese quinto mes de tu vida, y sobre todo, en noviembre o diciembre cuando ya estés próximo a la jubilación.

 Paciencia, pues. Y otro consejo es que no esperes gratitud de estas gentes por lo bueno que nos traigas, ni ayuda alguna para traerlo, anda obcecada en que con votar cada cuatro años acaba su misión cívica y ciudadana y que son los demás, los que deben ser los salvadores de la patria o del pueblo, según sus gustos o tendencias. Guárdanos de los salvadores, aléjanos de los iluminados y líbranos de los que dicen tener la solución.

 Antes te he dicho que no iba a pedirte nada para mí, lo que apetezco o ya lo tengo o no es difícil de obtener, algunos libros a los que ya le he echado el ojo, razonable salud y poco más. Te pido, eso sí, para la gente de esta Comarca de Alhama que habito más maestros, mas médicos, más enfermeras , por lo menos una comadrona, trabajo para todos, que se termine la carretera y se inicien las otras pendientes, que todos cobren su salario en tiempo y forma debidos, que las cosechas sean fructíferas y llenen silos y almacenes de comida para todos y los campos de jornaleros con jornal, que los niños se puedan educar adecuadamente en todas partes, los enfermos puedan ser asistidos de la mejor forma posible, que el bote de la medicina que cura la hepatitis C sea más barato que una caja de balas para caza, que son mucho más baratas, que los niños jueguen a ser hombres, que los hombres jueguen a ser niños, que ninguna mujer sea maltratada de ninguna forma, que todos los corruptos de todos los partidos acaben en la cárcel, que devuelvan lo robado, que podamos mirar el futuro con optimismo, que se pueda elegir al jefe del estado.

 Podría seguir pidiendo cosas que espero que en estos doce meses que te toca acompañarnos se produzcan, pero creo que para empezar, y teniendo en cuenta tu corta vida ya es suficiente.

 Y que todos podamos decir que tú has sido mejor que el anterior. Así sea.