Querido Silvestre

La otra mirada



Te llamo así en homenaje al desafortunado gato de mi infancia de espectador de las desgracias de diversos felinos.

 También podría llamarte Tom, inseparable de Jerry o Jinks, el peculiar gato de acento sevillano. O, dado que parece ser que eres un felino de grandes dimensiones, Bagheera, la pantera negra del Libro de la selva.

 En cualquier caso y, como no se sabe si eres gato sobrealimentado, en cuyo caso debería llamarte Garfield o un perro grande o un serval, igual da un nombre que otro y si eres Silvestre, espero que te comieras al repelente y cabezón canario al que intuyo del Partido Republicano como poco.

 Pero, en fin, como siempre me ando por las ramas. Yo lo que quiero es darte la bienvenida a estas tierras de la antigua comarca de Alhama-Temple, en cuyos parajes dicen haberte visto. Allá por los primeros ochenta del siglo XX cuando retorné a mi pueblo, Alhama de Granada, tenía la satisfacción de poder vivir en la Comarca de Alhama-Temple. Satisfacción que me fue negada, cuando años después se desgajó en dos, la de Alhama y la del Temple, por más que aún quedan algunos que se consideran Alhama-Temple. Para otros la comarca tiene otro nombre que no voy a nombrar por no me apetece.

... la casualidad de que Narváez fuese el Espadón de Loja, y allí que se llevó el tren; y no de Alhama, perdimos ese tren, como posteriormente hemos ido perdiendo todos los trenes por desidia, ignorancia o por dejarnos llevar por la inercia de ¿para qué vamos a cambiar, si ya estamos bien?
 Pero tú, Silvestre, deambulas como fugitivo misterioso por tierras del pueblo de Ventas de Huelma y Ácula, situados en el centro-norte de la Comarca de Alhama-Temple y como alhameño convencido tengo que darte las gracias por que tu presencia, el misterio de un felino de grandes dimensiones en la Comarca de Alhama-Temple ha hecho que la misma haya sido ampliamente citada incluso en el telediario de la 1, que para los de mi quinta viene a ser lo más próximo a la verdad oficial. Nota, Silvestre, el uso de oficial para separarlo de la real, que como mal español, no sé cuál es. No te asombre, un español, un buen español siempre está seguro de todo. Yo soy hombre de pocas certezas, pero una de ellas es la de que el lugar en el que vivo, escribo y estoy empadronado es la Comarca de Alhama de Granada, que junto a la de Loja, constituyen un lugar en el que no es más complicado vivir, ni menos, que en otros sitios; pero en el cual y dada la desidia de nuestros gobernantes y gobernados, a la casualidad de que Narváez fuese el Espadón de Loja, y allí que se llevó el tren; y no de Alhama, perdimos ese tren, como posteriormente hemos ido perdiendo todos los trenes por desidia, ignorancia o por dejarnos llevar por la inercia de ¿para qué vamos a cambiar, si ya estamos bien? Y todo esto son no certezas si no opiniones fundamentadas en el poco futuro que le veo a nuestra Comarca de Alhama, especialmente para sus jóvenes, si no cambian mucho las cosas, ya hay alguna gente, y precisamente de Ventas de Huelma y Ácula, con su idea del emprendimiento sostenible de la empresa Estilo Simbiótico, o aquí en Alhama de Granada la asociación Vamos Alhama que están empeñados en que cambien, en dar un impulso hacia adelante para que esta tierras de pan sembrar y de magnífico tapeo y excelentes bares, lo sean también de otro tipo de empresas que no dependan únicamente del turismo o de la tierra.

... la labor de dar a conocer estas tierras y estas gentes del Patronato de Estudios Alhameños es muy de agradecer. 
 Esa es la gente que necesita la Comarca de Alhama-Temple. Del mismo modo también la labor de dar a conocer estas tierras y estas gentes del Patronato de Estudios Alhameños es muy de agradecer. En cuanto se sepa qué clase de animal eres y cuál es tu nombre lo tendré en cuenta para proponerte al Premio Alhama a la mejor labor de difusión de la Comarca de Alhama, porque, la verdad es que te lo has ganado a pulso si consideramos la cantidad de tinta que has hecho correr, tanto en papel como en periodismo digital o en las rede sociales.

 Una cosa si te pido, que te entregues a la gente que te anda buscando, porque creo que es fea cosa hacer llorar a una madre y, según el dicho irlandés, las madres de los cobardes no lloran. De modo que si eres un felino de grandes dimensiones o un perro cabezón no tengo ningún interés en conocerte personalmente. Entrégate, hazme caso.