Tengo un ordenador nuevo

La otra mirada


Y el señor Moreno Bonilla un problema antiguo.

 Se trata de un ordenador casi paisano mío, puesto que ha sido montado en el pueblo de Escúzar, perteneciente a lo que antaño fue la Comarca de Alhama- Temple; además lo compré a una empresa, granadina también, dedicada a la venta de material electrónico e informático online. Y puedo decir que tanto la máquina, como el servicio de la empresa vendedora y la empresa encargada de traérmela han sido ejemplares. Un viernes a eso del medio día lo compré y el lunes antes de las once de la mañana ya estaba en mi casa. No pretendo aburrir con mis compras si no poner de manifiesto que trabajadores granadinos, todos los trabajadores implicados en la venta del ordenador que ahora procesa este texto, cumplieron con su trabajo a mi plena satisfacción.

 Es decir, que se cae una vez más el mito del andaluz indolente, o directamente flojo, más interesado en la juerga y la siesta que en el trabajo. En la Comarca de Alhama, y en la hermana del Temple, o la de Loja, se trabaja tan bien como en cualquier otro lugar de la geografía granadina, andaluza o española.

 Por tanto, si al señor Moreno Bonilla se le acumulan los problemas de salud pública y alimentaria y no encuentra otra solución que pedir explicaciones al Ministerio de Sanidad del gobierno central, no es porque sea andaluz, nada en la genética de los andaluces, o en su historia o biología impide coger el teléfono y consultar con el consejero de salud que has nombrado tú mismo: “A ver, Jesús, ¿En la Junta de Andalucía tenemos competencias en salud? Todas las tenemos transferidas, hubiera sido la respuesta. De eso modo tan simple se hubiera ahorrado el bochorno de pedir explicaciones al gobierno central por algo que es responsabilidad, hablo de responsabilidad, que no de culpa, del consejero de la Consejería de Salud y Familias. Y, de paso nos hubiera evitado la vergüenza ajena a la mayoría de los andaluces que no votamos al Partido Popular.

 Tampoco es señal de buen gobernante, además de acusar a otros de tus errores, mentir descaradamente y, no una ni dos, si no diez veces, como recoge prácticamente toda la prensa seria, sobre el mismo asunto de la listeria. Ni mucho menos sostener en la consejería a persona que se permite frivolizar sobre la interrupción de un embarazo producida por la listeria:” En el próximo embarazo que tengas, nos sacamos una foto con tu hijo” le dijo el consejero a una madre. Ni esos padres, ni los deudos de los fallecidos ni los andaluces en general, incluso los que de buena fe votaron al PP nos merecemos a alguien con las maneras y modos de Jesús Aguirre, consejero, para más inri, de Salud y Familias.

 El problema antiguo del señor Bonilla es él mismo. No se puede ser buen profesional de nada sin ser buena persona, es algo que leí por algún sitio y que al presidente de la Junta le viene perfectamente. Nadie capaz de dejar desprotegidos a los que más protección necesitan, los dependientes y seguir ejerciendo el cargo, presentándose a las elecciones y sonriendo en las fotos puede ser una buena persona. Como mínimo le falta empatía. Y es faltar mucho a quien tiene por trabajo actual ocuparse de las necesidades y problemas de los andaluces, en la medida de lo posible. No quiero tampoco afirmar que el ser buena persona implique necesariamente ser buen profesional de nada, ahí tenemos al señor Sánchez, por ejemplo. Pero es que además de la empatía creo que al señor Bonilla le faltan las herramientas y habilidades necesarias para asumir la dirección de los asuntos, problemas y necesidades de Andalucía. Está muy bien lo de reclamar lo que se nos debe por parte del gobierno central; pero estaría mucho mejor si no se hubiesen bajado los impuestos, esa bajada masiva de impuestos y casi eliminación del impuesto de sucesiones, que merman las arcas públicas y los ciudadanos de a pie apenas lo notan. Está muy bien decir que la empresa responsable de las intoxicaciones por listeria ha tenido mala suerte; pero estaría mucho mejor si desde el principio se hubiese actuado con la rapidez, eficacia y profesionalidad que se debe exigir a quien se ocupa, o dice ocuparse del gobierno de esta Andalucía, que como en el poema del Cid, “¡Dios, que buen vasallo, si tuviese buen señor!”.

 Sobran en nuestra tierra los buenos profesionales, tanto públicos como privados para hacer día a día en administraciones y empresas, públicas y privadas, insisto, el trabajo bien hecho que hace que, a pesar de quienes nos gobiernan, o desgobiernan, me sienta orgulloso de ser andaluz, granadino y de la Comarca de Alhama.

 Yo tengo un ordenador nuevo y el señor Bonilla un problema viejo. Igual le va bien cambiar de sistema operativo.