Que antes que amanezca el día hay que empezar la jornada.
Descansa, pueblo, descansa
Entre viejos olivares se ha dormido Marimonta; despacio recorre el cielo la luna blanca y redonda. Ya se apagaron las luces y se encendieron las sombras; junto al Marchán duerme el pueblo acunado por las lomas. Y allá arriba, vigilante, majestuosa, Peñagorda.
Descansa, pueblo, descansa, mira que la noche es corta. Mira que pronto los gallos despertarán a la aurora. Pronto callarán los grillos y cantarán las alondras.
Descansad, gentes sencillas, que pronto rayará el alba y hay que regresar al tajo, a las hoces y a la azada; al río a lavar la ropa y a por cántaros de agua. Que tienen que ir los chiquillos a la era y a la parva, al campo a guardar los cerdos, las ovejas y las cabras. Que antes que amanezca el día hay que empezar la jornada.