Aceituneros

Espacio literario


Con la esportilla en la mano y el pañuelo en la cabeza van tras los vareadores el grupo de aceituneras.

Aceituneros

Amanece. Aún se ve
en el cielo alguna estrella.

Suben los aceituneros
por la empinada vereda
llevando la vara al hombro
y, a la espalda, su pobreza.

Con la esportilla en la mano
y el pañuelo en la cabeza
van tras los vareadores
el grupo de aceituneras.

Es largo y duro el camino
y más dura la tarea.

Ha sido grande la helada
y aún blanquean las soleras,
pero hay que tirarse al suelo
y que cunda la faena.

- Que no caigan tantos tallos;
que hay que coger las salteras.

Es la voz del encargado,
que vigila desde cerca.

Ya bajan por el camino;
vienen ajustando cuentas.

Cobrarán tras el pesaje:
cada kilo dos pesetas.

Santa Cruz del Comercio, enero 2018
Luis Hinojosa Delgado.