Veintiséis carrozas y numerosos caballistas participan en la Romería del Vino 2007

Romería



Alhama entera se desplaza al “Motor” para celebrar una de sus fiestas más populares y multitudinarias con el tradicional reparto de olla jameña.



Imagen superior: Los romeros, a su paso por la residencia, saludan a los ancianos


15/08/2007
.- El “Motor del río Alhama”, llamado así porque en un tiempo se ubicó un motor para abastecer de agua a la población, es el lugar donde se celebra la Romería del Vino, que se instaurara en la segunda legislatura de la democracia, en un principio coincidiendo con la feria de septiembre, y posteriormente trasladada al quince de agosto. Desde entonces, año tras año, los alhameños han hecho de esta fiesta una que ya los identifica. De hecho es una fiesta que sigue en aumento y en el que cada año se suma alguna carroza más, teniendo en cuenta que para participar en las misma las bases exigen que la carroza en cuestión tenga al menos quince componentes, y que en muchos casos casi se dobla esta cifra.

 Hasta cinco días antes las carrozas se pueden inscribir en el ayuntamiento alhameño, a fin de que éste sepa la cantidad que tiene que preparar en cuanto a abastecimiento se refiere, ya que dota a cada carroza participante de una caja de tomates, un lote de productos de la huerta, gentileza de Hortoventas, y un jamón, aunque este año se ha sustituido el jamón por un lote de embutidos variados.

 A las nueve y media de la mañana estaba prevista la concentración de las carrozas participantes, pero desde poco antes de las ocho de la mañana ya se podían ver y oír las primeras tocando diana por las calles de Alhama, con la música a toda pastilla indicando que comenzaba la fiesta. Así pues, tras la concentración de todas en el recinto ferial, el alcalde y los concejales de cultura, fiestas y romería eran los encargados de ir saludando a las carrozas y de entregarle las dotaciones de comestibles antes descritos, tras lo cual iniciaban un recorrido por el interior del pueblo y se encaminaban hacia el destino de la romería. Eran algo más de las once de la mañana.

 Una vez realizado el recorrido de los tres kilómetros que separan a Alhama de la alameda se iniciaban las exhibiciones ecuestres, las carreras de cintas a caballo, y una serie de actividades preparadas para hacer de éste un día de campo para disfrutar en familia o con los amigos.

 Este año ha habido unos invitados especiales, puesto que a la romería se ha unido el equipo de rodaje de Canal Sur que está grabando una serie documental sobre la vida a principios de siglo en Andalucía, y los actores, vestidos de época, se unieron a los romeros, dando ese toque peculiar ataviados con al ropa de fiesta de los años veinte.

Además de olla y vino del terreno, también gazpacho

 Sobre las dos de la tarde, el ayuntamiento invita a todos a una olla jameña con vino del terreno, pero este año se ha unido a la invitación también el gazpacho, por lo que se ha podido elegir la forma de acompañar la olla jameña que tenía como ingredientes 60 kilos de garbanzos, 30 kilos de tocino fresco, 20 kilos de tocino añejo, 4 kilos de coíllo y 4 gallinas, y se trocearon 125 barras de pan.

 Este año tampoco la olla se ha podido preparar in situ, al estar prohibido hacer fuego, y el cocinero encargado, Antonio Martín, el Guindo, la preparó en las dependencias municipales, y trasladándola al recinto de la romería, y como anécdota de los que hemos tenido la suerte de probarla podemos decir que ha sido una de las ollas más ricas de estos años.

 Tras la comida, en el reposo de la tarde se continuaba con los concursos, con la pista de baile dispuesta a acoger a todo tipo de música para disfrute de los presentes, y con la elección de los romeros y romeras mejor ataviados, a los que se les premiaba con una cena para dos personas en el restaurante El Pato Loco, y a la mejor carroza con un premio en metálico de 200 euros, además de un plato de cerámica alhameña para todos ellos.

 A la caída del sol el regreso es libre, sin que exista una hora de regreso para todos, en una jornada marcada por la convivencia, el recuperar trajes y tradiciones típicas de la tierra y el de haber formado parte, junto con la familia o los amigos, de haber intentado realizar la mejor carroza para un día de fiesta.

 En todo momento protección civil, policía local y guarda civil han estado vigilantes para que el desarrollo de la misma, tanto por el pueblo como por la carrera, se realizase de la manera más apropiada y con seguridad para todos.