Noche de feria del viernes: La noche de Alhama

Feria


O más concretamente y para mayor exactitud, la noche de la música tocada por alhameños, con la reaparición de Juan Miguel Redondo, antiguo Vibra.


 Con uno de los temas emblemáticos de los años sesenta, esa “Chica ye ye” que hiciera famosa Concha Velasco, se inició la noche de la feria del viernes 8 de septiembre. Esta vez en las voces de una de las últimas incorporaciones al elenco de cantantes de la EMAG, Laura Hernández que estuvo acompañada de su hija Andrea Ruiz. Fue el comienzo de una noche que se prolongó hasta las cuatro y media, más o menos de la madrugada.

 También sirvió para que uno de aquellos jóvenes de los sesenta componentes del conjunto, entonces se llamaban conjuntos, “Los vibras”, Juan Miguel Redondo, colaborara con la EMAG ofreciendo un buen puñado de canciones de esas que ayer y hoy y mañana son de plena actualidad: “Mi gran noche”, versión de Salvatore Adamo, el pasodoble “Así es mi Graná” y otro buen puñado de temas que demostraron que, como afirma el dicho, “el que tuvo, retuvo”. También el siempre espectacular José Antonio Rojano demostró que además de percu, es cantante, solo o en compañía de Laura Hernández y María del Mar Ruiz que entre pasodobles nos fueron llevando al final del primer pase.

 “Si puedes con Dios hablar” , versión nuevamente de Juan Miguel Redondo fue el tema elegido para el inicio del segundo pase que nos llevó a un recorrido musical por temas absolutamente clásicos, que no pasan de moda en las voces de Juan Miguel, Laura y Rojano que nos fueron alegrando la noche a través de los boleros, y los pasodobles.

 Y también uno de los grupos de referencia de nuestra época, Amaral, contó con la correspondiente versión de su tema “Días de verano”, en la voz de Ana Belén López Nieto, casi puso el final a la intervención de la EMAG. Casi, porque el tema más oído de este verano “Despacito”, en la versión de Pablo Ruiz no podía faltar.

 Y todo, lógicamente con el acompañamiento de la Banda de Música de la EMAG, que igual vale para una procesión, que para una verbena o una feria o el acto cultural o religioso más exquisito, como han demostrado en tantas ocasiones en las que han sido invitados a poner lo que ellos saben poner, la mejor música y en ella toda el alma. Como es propio de quienes aman la música y nos hacen amarla a los demás.

 Y después llegó Mama Llama, compuesto por músicos y cantante también de la EMAG que ofrecieron al público, numeroso y entregado, un concierto de la mejor música rock, pop y otros estilos, como el ska del momento.

 Rosendo y “Prometo estarte agradecido”, Seguridad Social y “Chiquilla”, Loquillo y “Los gatos de tu callejón” sonaron con la contundencia y el magnífico sonido de este grupo cuyo potentísima puesta en escena recuerda a las mejores bandas de rock de la historia.

 Además, no se limitan a versiones si no que algunos de sus temas son propios, como esa versión del “Ay de mi Alhama”, con música de Javi Castañeda, que debería ser himno oficial de nuestro pueblo. O esa hilarante versión de “ The Wall”, de Pink floyd, impagable ese Cantano con su pijama y su gorro de dormir al que “the children of de moteison” no dejan dormir.

 Y puestos a hacer reír las revisiones de temas de los “Mojinos Escocíos” o La Orquesta Mondragón y ese “Viaje con nosotros” de cuando éramos más jóvenes.

 Tampoco faltaron los ritmos de ska y sus letras reivindicativas o ese “Resistiré”, casi todo un himno de la juventud más rebelde.

 La versión rockera del Despacito, instrumental, demostró sobradamente que las guitarras, el bajo, los instrumentos de viento, los teclados y la batería pueden abordar cualquier canción y convertirla en puro rock.

 Noche dedicada a músicos de Alhama o muy vinculados a nuestro pueblo en la que se demostró que hay vida musical después de las orquestas de feria al uso, que bienvenidas sean a nuestro pueblo todas las veces que haya falta, pero sin olvidar que aquí también hay músicos, Muchos y muy buenos.

Noche alhameña











MAMA LLAMA




























Fotos: Pablo Ruiz y Prudencio Gordo.