Es nuestra ruta favorita: subida al Raspón de los Moriscos, o sea, al Lucero

Senderismo



Era el sentir del grupo el pasado domingo 13 de noviembre, ya el año pasado nos enamoramos perdidamente de ella, allí arriba en esas fechas acordamos repetirla y esta temporada ya hemos cumplido.


 Al Raspón de los Moriscos, o sea al Lucero se puede subir desde los cuatro puntos cardinales, todas las veredas conocidas confluyen en el llamado Collado “de la perdiz”, que es la altiplanicie desde donde se ataca al Lucero, desde este punto la vista hacia su cima con su inconfundible caseta en ruinas pensar que se llega hasta arriba, es de locos, pero la sabiduría en el diseño de ‘vereas’ por parte de los animales de carga, según se cuenta, es única.

 La ruta comenzó en el paso del arroyo del Cambil, en el corazón de La Resinera.

 Se accede a este punto, donde existe una valla que impide el paso a los vehículos no autorizados, por el carril del puerto de Frigiliana, entre pinos y el torrente de agua limpia y cristalina del arroyo de la Venta que algunos kilómetros más abajo dona sus aguas al río Cacín.

 Hasta pie de ruta hacia el Lucero a los 36 participantes de este día nos restaban unos tres kilómetros de camino entre el arrullo del agua y las primeras conversaciones de la mañana se nos hicieron bastante llevaderos, desembocamos junto a las ruinas de una caseta de resineros que está al lado del arroyo. Aquí hay un cartel informativo que nos da claras referencias de la ruta que parte desde este punto, la ruta senderista circular conocida como “de los resineros”.

Comenzamos el ascenso

 Para alcanzar la cima del Lucero, esta ruta nos sirvió de lanzadera, puesto que cuando por ella llegamos a su parte más alta, coronando el cortafuego y luego otro tramo más por un carril forestal que es el camino de “cuesta Parda”, llegamos a un enorme pino resinero que parte la senda en tres, a la izquierda la ruta propiamente dicha de los resineros, a la derecha al camino de la cantera de mármol y por el centro la que lleva al Lucero por el collado de la perdiz.

 Esta vereda ha sido habilitada para esta ascensión, discurre primero por un bosquecillo de pinos resineros para poco a poco alcanzar altura, donde el pino ya se pierde y comienza la vegetación rastrera de montaña, los piornos, las sabinas y va despoblándose poco a poco, la vegetación es sabia, el viento pega fuerte y este sitio no es agradable para vivir, este collado esta sobre los 1.500 metros, y da vista hacia la Axarquía malagueña que se abre a la vista del senderista pletórica de montañas, bosques de pinos, pueblos costeros y los pegados a las sierras malagueñas del oeste y de fondo el chisporroteo del agua del mar mecida por el viento y reflejada por el sol, que aunque entre nubes nos dio el calor suficiente para que el viento presente en esta zona no nos diera sensación de frío.

 La subida desde el collado de la perdiz comienza por la falda del Lucerillo o cerro de la venta panaderos, suavemente va cogiendo altura, trazando en zigzag, y dibujando a veces una “verea”, imposible, porque miras hacia arriba y los compañeros/as parecen colgados de estos riscos, el peligro de la piedra suelta está presente durante toda la subida, hay que tener cuidado ya que no seria muy agradable encontrarte una piedra rodante en tu dirección.

 Así se llega al “collado de los mosquitos”, que es un balcón cortado al vacío con vistas de vértigo hacia el tremendo barranco por donde discurre el camino y las veredas que van hacia Frigiliana.

 La “verea”, va lentamente tomando altura, debido a su diseño en zigzag, que la hace cómoda de subir, pero ha de ser despacio por la piedra suelta.

 Son unos treinta minutos de ataque final a la cima, donde el paisaje que se divisa hace que las paradas sean frecuentes para admirarlo, arriba el último hito de madera nos indica el final.

La vereda se va estrechando cada vez más

 Un pasillo por la cuerda de este cerro nos lleva hasta las ruinas de la caseta, donde el descanso nos espera, el viento fue benevolente con el grupo y pudimos descansar sin su odiosa compañía, el sol calentaba lo justo para disfrutar de la comida y del paisaje que se abría a los cuatro puntos cardinales ante nuestras miradas.

 Sierra Nevada, con su blanca montera de nieve y su caída hacia la Contraviesa alpujarreña, mas allá, la Sierra de los Filabres en la provincia de Almería, el pico Navachica, el cerro del Caballo con su blanca caseta forestal, la Cadena, Cabañeros, la cara norte del Almendrón, el pico del cielo, el Cisne, el cerro de los Machos y el mar todo esto hacia el Sur y el Este.

 Tras la pared en ruinas de la caseta, hacia el Oeste y el Norte, los montes de Málaga con sus pueblecillos blancos por doquier, el pantano de la Viñuela, la Maroma, las allanadas, tacita de plata, el pico de Malascamas, el cerro de la Chapa, los pueblos de Játar y Arenas del Rey, el pantano de los Bermejales, las lejanas sierras de Parapanda, sierra Gorda y sierra de Loja.

 Con estas vistas se entiende el porque de la construcción de esta caseta de vigilancia, que en las épocas del estraperlo y de los maquis tras la guerra civil española desde este punto en el centro de esta sierra se podía controlar absolutamente todo.

 Disfrutamos de estas vistas a la “recacha del sol “durante casi cincuenta minutos, nos decidimos a emprender la bajada muy a pesar nuestro porque el sitio es para disfrutarlo, de verdad.

 Poco a poco fuimos descendiendo, nos encontramos en plena bajada a otro grupo de senderistas formado por seis personas que tuvieron que esperar a que el último del nuestro pasara delante de ellos ya que la estrechez de la vereda así lo exige.

 Y es que en ese día había “overbooking” en el Lucero, otro grupillo más, estaba llegando al collado de la perdiz desde el sendero que parte del camino del puerto de Competa, y bajando hacia el camino de cuesta Parda que nos dejaría en los coches otro grupo de unas diez personas, se cruzo con el nuestro en esta vereda de subida, “es que el personal no s`está quieto”, como debe de ser, hay que disfrutar de estos tesoros naturales que para eso están.

 El camino hacia los coches de nuevo iba envuelto con las conversaciones en grupillos, el agua del arroyo y las fuentes que por doquier por la parte derecha del camino nos iban brindando su líquido elemento limpio y fresco, pues llenamos unas botellas para el consumo en casa.

 El Lucero dos veces visitado por nuestro grupo, hasta la próxima vez, porque es nuestra ruta favorita, que así sea.

Tras disfrutar de las espléndidas panorámicas comienza el descenso



     
  Nuestra próxima salida

Ruta nº 4:  La estrella/los presidiarios/refugio de la cucaracha/refugio del aceral/la estrella.
Fecha: Domingo 27 de noviembre de 2011.
Hora de salida:  7 de la mañana.
Lugar de salida: Puerta del ayuntamiento.
Dificultad estimativa de la ruta: Alta
Distancia a recorrer:   Sobre  22  kilómetros
Duración de la misma, (con desplazamientos y descansos incluidos): sobre 10  horas.

Los desplazamientos  hasta el barranco de San Juan en Güéjar  Sierra, se harán en vehículos de los socios.



 
     
  Recomendaciones para la ruta nº 4 (27/11/2011)

- Llevar ropa de abrigo  y calzado adecuados para la práctica del senderismo.
- Llevar comida y agua.
- Llevar siempre encima vuestra tarjeta federativa, es muy importante.
- Se recomienda llevar también  siempre en vuestra  mochila: toalla y un chubasquero o cortavientos.
- Se recomienda llevar  unas gafas de sol y alguna crema protectora.
- Se ruega estricta  puntualidad a la hora de la salida de esta ruta.
 
 
 
 

Si no eres socio de nuestro club y decides caminar con nosotros en esta ruta nº 4, te recordamos que:

- Los organizadores de esta ruta, en absoluto se responsabilizan de los accidentes que te puedan ocurrir o de los incidentes que puedas provocar durante los desplazamientos y en el transcurso de la misma.

- Si tú decides acompañarnos, y no eres socio(a) de nuestro club y no tienes ningún tipo de seguro de accidentes para este tipo de actividades deportivas, ten en cuenta que lo haces bajo tu responsabilidad, advirtiéndote que el seguro federativo de nuestro club, no os cubre.