El III Encuentro de clubes de lectura recordó a las mujeres escritoras del siglo XIX y XX

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Organizado por la Biblioteca Municipal y el Ayuntamiento de Alhama, con la colaboración del CEPER Alhucema y la oficina de Información Turística alhameña, el pasado 9 de mayo, se realizó la tercera edición de este encuentro con la participación de los clubes de lectura de la comarca de Alhama y en el que el tema sobre el que giró este encuentro fue las mujeres escritoras de los siglos XIX y XX.

 Abrió el acto inaugural la primera teniente de alcalde, Matilde Molina, quien disculpó al concejal de Cultura, que no pudo asistir por problemas de agenda, y agradeció la asistencia a todos los clubes de lectura presentes así como a sus representantes, Salvador Palma del club de lectura de Zafarraya, Raquel Benítez de Ventas de Zafarraya, el club de lectura de Zafarraya, Mari Carmen Calderón del club de lectura del CEPER Alhucema y Mari Paz García, del Club de Lectura “Los Tajos” de Alhama de Granada a la que también aprovechó para felicitarla por la organización del evento.

 Molina recordó que la jornada estaría dedicada a las mujeres escritoras de los siglos XIX y XX, “que tuvieron que llevar a cabo en muchos casos una lucha para hacerse un hueco en el universo literario dominado por los hombres”. Tras el acto inaugural, se hizo un breve receso para desayunar y posteriormente dar paso a la charla impartida por Anunciata Vinuesa Pons

 La encargada de presentar esta charla fue Mari Paz García, quien recordó que tras las buenas experiencias de los anteriores encuentros se animó a proponer la realización de este tercer encuentro en nuestro municipio, remarcando la importancia de los Clubes de Lectura “Creo que el principal beneficio de los Clubes de Lectura es la oportunidad de socializar, abre puertas a nuevas formas de ver el mundo”. A continuación dio paso a la ponente, Anunciata Vinuesa Pons, Bibliotecaria de Motril, Licenciada en Filología Hispánica que tiene una gran experiencia en Talleres y Charlas Literarias.



 En su intervención, Vinuesa tuvo palabras de agradecimiento tanto a la Biblioteca de Alhama como al Ayuntamiento, por la realización de este encuentro que le posibilitó reencontrarse con los clubes de lectura a los que ya conocía, a los que felicitó por desempeñar el ejercicio de la lectura “la lectura nos hace libres. Antes de dar comienzo a la ponencia, Vinuesa quiso dar lectura a un manifiesto a favor de la lectura en el que ponía en valor todas las virtudes de una buena lectura y la importancia de leer “leer nos es vital para seguir creciendo”. Tras la lectura de este manifiesto, Vinuesa entró de lleno al tema de la charla, comenzando por unas “breves pinceladas” de las llamadas románticas del siglo XIX, las más conocidas como Rosalía de castro, Carolina Coronado Emilia Pardo Bazán o Concepción Arenal, todas ellas, mujeres conservadoras en una época donde las mujeres se dividían en dos clases: las liberales y las de ámbito doméstico. Todas estas mujeres escritoras, recordó Vinuesa, lo fueron porque pertenecían a las clases altas y pudientes, lo que les posibilitaba ser instruidas, y el hecho de ser muchas de ellas hijas de militares les permitió, tras la guerra de la independencia y el exilio de sus familias, tener una visión diferente del mundo, conocer otros idiomas. Por desgracia, en aquella época muchas de estas jóvenes escritoras morían prematuramente, y sus obras eran publicadas a título póstumo. En aquella época también empezaron a proliferar las tertulias literarias, que se llevaban a cabo dentro de las casa, ante la imposibilidad de las mujeres de asistir a las tertulias literarias organizadas en los cafés por los hombres en una sociedad claramente machista. Entre estas tertulias, Francisca Larrea, fue la impulsora de una de las tertulias románticas más conocidas en Cádiz.



 Durante este siglo, los géneros que menos se cultivaban entre las mujeres escritoras eran la novela, que no empezó a vislumbrarse hasta finales de siglo, y en cambio el género periodístico, el teatro o los poemas eran lo habitual. En este sentido, la zaragozana Pilar Sinués dirigió la revista semanal “El Ángel del Hogar” que permitió a muchas mujeres el poder dar salida a sus escritos, en una sociedad misógina que argumentaba que no había calidad literaria, y en la que las propias autoras se tenían que enfrentar en muchos casos a la hostilidad de sus familias y maridos, lo que obligaba en repetidas ocasiones a firmar bajo un seudónimo masculino, como es el caso conocido de María Lejárraga y su marido, Gregorio Martínez Sierra, firmando esta con los apellidos de su marido. También, ocasionalmente de dio el caso del “travestismo literario” en el que hombres escritores firmaban con nombres de mujer.

 De María Moliner, Vinuesa, destacó la importancia que tuvieron sus misiones pedagógicas, que sirvió para llevar las lecturas a aquellos lugares de ignotos accesos, y que de alguna forma sirvieron de germen de los clubes de lectura. También recordó que la creación de las nuevas editoriales y revistas literarias fue vital para fomentar la lectura entre la sociedad de principios del siglo XX.

 Durante su charla, Vinuesa, también tuvo un recuerdo para las llamadas “las sin sombrero” llamadas por la conocida anécdota llevada a cabo por las pintoras Margarita Manso y Maruja Maruja, que acompañadas por Salvador Dalí y Federico García Lorca decidieron quitarse el sombrero frente a la Puerta del Sol para mostrar que por fin eran mujeres libres. A esta generación de mujeres, la del 27, pertenecieron poetas como Josefina de la Torre y Ernestina de Champourcin a las que en posteriores estudios se les sumó entre otras Concha Méndez y Rosa Chacel.



 Para finalizar la charla, Vinuesa realizó una breve reseña en prosa sobre la vida María Teresa León, primera mujer de Rafael Alberti con el que vivió en el exilio hasta que volvió a España cuando ya el Alzheimer le había arrebatado todos sus recuerdos. De esta autora, Vinuesa quiso destacar su obra Memorias de la Melancolía, “de obligada lectura”.

 Tras la charla, el programa de actividades continuó con una ruta turística, realizada por técnicos de la Oficina de Información Turística, por el caso histórico, y tras la misma, un almuerzo para reponer fuerzas. La jornada literaria concluyó con la visita guiada, por la tarde, al interior del Balneario, para conocer sus instalaciones de agua termal.