Se acabó el verano cultural 2006

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La obra de Enrique Jardiel Poncela, “Cuatro corazones con freno y marcha atrás”, interpretada por el grupo de teatro de mayores de Alhama y el aula municipal de teatro, puso el broche de oro.


10/09/2006.- La cultura ha recibido un nuevo impulso en nuestro verano cultural, y la despedida ha estado acorde con su desarrollo. Hacía tiempo que no podíamos disfrutar de una obra de teatro hecha por los nuestros. Divertida y bien escenificada se ha representado en dos ocasiones, el 26 de agosto y el 9 de septiembre, como cierre del verano cultural 2006. Dirigida por Jorge Molina y unidas en el escenario dos generaciones bien distintas; la del grupo de teatro de mayores del Centro de Día y los más jóvenes del Aula Municipal de Teatro de Alhama, llevaron a cabo esta divertida representación, poniendo de manifiesto en esta integración intergeneracional el provecho social y cultural que todos pueden aportar para formarse y divertirse, al tiempo que intercambiar la experiencia y veteranía con el  concepto social de las nuevas generaciones.


El propio Jorge Molina, director de la obra, tenía un papel en la misma

 Así se puso de manifiesto en esta farsa en tres actos, “Cuatro corazones con freno y marcha atrás”, de Enrique Jardiel Poncela, que se estrenó con el nombre de “Morirse es un error”, el dos de mayo de 1936, en el teatro Infanta Isabel de Madrid, y que ha cosechado dos veladas de éxito y plausos de los alhameños.



 El aula municipal de teatro ha pasado por diferentes vicisitudes, paralizando durante un tiempo su actividad. Ahora, y tras varios meses de ensayos, ha podido sacar adelante este proyecto con los dos colectivos mencionados, a la espera de poder seguir con su actividad, y que podamos disfrutar de mas veladas y representaciones como las de este verano.


El elenco de actores, saludando al final de la representación

Ficha técnica
Organiza: Ayuntamiento de Alhama
Colabora: Diputación Provincial de Granada

Equipo Artístico:
Cabezas Martínez, Francisco
Castillo Aranda, Juana
Cazorla Ramos, Magdalena
Extremera Lizana, Remedios
Jiménez Perez, María
Lopera Caballero, Paulina
Lopez del Pino, Feliciana
Molina Correa, Francisco (niño)
Moreno Bautista, María del Carmen
Ochoa Molina, María del Carmen
Pino Martín, Cristobalina
Portales Castro, Gabriela
Quiles Arrabal, María del Carmen
Raya Trassierra, Sergio
Retamero Moles, Manuel

Equipo Técnico:
Benítez Navarrete, Carmen - Sastra
López del Pino, Feliciana - Modista
Mercado Hermann José Carlos - Sonido
Grande García, Juan - Sonido
Cabezas Moreno, Angel - Luces.
Molina Hermann, Jorge Tomás - Escenografla.
Quiles Arrabal, María del Carmen - Traspunte.
Raya Trassierra, Sergio - Asesoría musical.
Juan Ciruela y Antonio Calvo - Maquinistas

La obra: Cuatro corazones con freno y marcha atrás

 Sinopsis: El doctor Bremón inventa unas fantásticas sales que proporcionan la inmortalidad a quien las toma. De esta forma, los protagonistas pretenden resolver algunos conflictos personales. Pero surgen problemas... No es fácil vivir una eternidad, y los personajes llegan a ser infelices. ¿Cómo resolver esto?. Con maestría y en clave de humor, Jardiel Poncela plantea una temática muy actual, la de la interferencia de los avances científicos en nuestras vidas. El texto es muy ágil y se suceden escenas de gran comicidad y originalidad.

 El autor:  Enrique Jardiel Poncela nació en Madrid el 15 de octubre de 1901.

Estudió en la Institución Libre de Enseñanza, luego pasó al Liceo Francés, hecho que seguramente influyó en su posterior solvencia para el manejo de ese idioma.

 Escribió desde muy joven, aunque se perfilaba para ser un autor “serio” y no el formidable humorista que resultó siendo. Uno de sus primeros relatos no humorísticos es “El Plano Astral”, novela breve que no permite valorar en su plenitud sus exquisitos recursos literarios.

 El comienzo de su fama ocurre cuando colabora en revistas de la época, como “Buen Humor”.

 En 1927 publica “Amor se escribe sin hache”, su primera novela.

 Luego, en pocos años, escribiría tres novelas más: “¡Espérame en Siberia, vida mía!”, “Pero... ¿Hubo alguna vez once mil vírgenes?” y “La tourneé de Dios”, ésta última en 1932.

 Muy joven abandonó la novela, en la que brilló. Recomiendo a cualquier lector, de cualquier edad, sexo y nacionalidad, la lectura de estas cuatro obras maestras.

 Se dedicó entonces, casi exclusivamente, a escribir para el teatro.

 Logró grandes éxitos, como “Eloísa está debajo de un almendro”, o “Un marido de ida y vuelta” y algunos fracasos, como “El cadáver del señor García” o "El amor sólo dura 2.000 metros."

 El público, en general,  lo seguía fielmente, pero los críticos se ensañaban cada vez más con una obra que no estaban capacitados para juzgar.

 Cuando lo acusaban de escribir para grandes masas, dijo que sí, que escribía para “grandes masas encefálicas”.

 Ganó dinero y también lo perdió cuando quiso hacerse empresario de sus obras. Viajó mucho, realizó una película en Hollywood, basada en su obra "Angelina o el honor de un brigadier". Volvió a los Estados Unidos en una ocasión.   Se radicó también, brevemente,  dos veces en Buenos Aires, dando conferencias y presentando sus comedias.

 Enfermó de cáncer en 1944 y su producción se hizo, por eso, menos prolífica.

 Murió en la pobreza, en Madrid, el 12 de febrero de 1952 a los 51 años de edad, casi olvidado.

 Actualmente, se ha revalorizado su obra y una calle de Madrid lleva su nombre.