Tradiciones vivas en Cacín

Cacín


 
El pueblo tiene entre sus principales atractivos el entorno natural, aunque les preocupa el descenso de la población. Reportaje que Granada Hoy dedica a este pueblo vecino.


Rebeca Alcántara en GH.- Como dicen casi todos sus vecinos, en las calles destaca la tranquilidad. Con una población que no alcanza los 700 habitantes, a pesar de encontrarse a menos de cuarenta kilómetros de la capital granadina, Cacín es otro de los pequeños municipios del Poniente granadino que, sin duda, destaca por sus paisajes y su entorno natural, gracias a su enclave privilegiado en una de las márgenes del río de su mismo nombre y en la vertiente norte de la Sierra Tejada, lo que le confiere esa imagen de tierra rojiza característica de esta elevación.

 El municipio está formado además por un pequeño núcleo, El Turro, situado a pocos kilómetros de Cacín, un pequeño pueblo que conserva casi intacto su núcleo urbano, sin que apenas hayan surgido nuevas edificaciones y en el que conviven unas cuantas familias que se conocen entre ellas y que destacan de su pueblo la seguridad que les da el hecho de conocer a todos sus vecinos.

 La agricultura es para esta pequeña localidad su principal fuente de ingresos, con cultivos como el olivar, el almendro o los tomates cherry, y la despoblación y el envejecimiento de sus habitantes el principal problema. Durante las últimas décadas son muchos los que han optado por trasladarse a otros municipios en el Área Metropolitana o la capital granadina en busca de oportunidades laborales. "Ahora cada vez somos menos y somos mayores, en las calles se ven más ancianos sentados que niños jugando", comentan los vecinos. En este sentido lograr atraer a nuevos habitantes y mantener a los que ya tienen se convierte en un reto muy importante para estos municipios si quieren sobrevivir en las siguientes décadas. De hecho según comenta otro vecino, ya no se imparte Secundaria en el colegio debido a la reducción de número de niños. La adaptación a los nuevos tiempos aprovechando los recursos resulta indispensable. En este sentido el surgimiento de empresas de productos ecológicos como Ecocacín se convierten en la muestra de que es posible continuar avanzando en las zonas rurales, disfrutando al mismo tiempo de las bondades que ofrecen estos rincones de sosiego y naturaleza frente a la 'vorágine' de las ciudades.



 La naturaleza juega así otro punto a favor de Cacín, que se presenta como un espacio ideal para la práctica de deportes como el senderismo, el barranquismo o la pesca, animando así a que los viajeros lo elijan como destino. De hecho cada vez son más los que optan por este punto de la provincia y pasar el fin de semana para aprovechar los numerosos atractivos que ofrece en su término municipal.

 La cueva del mismo nombre de la localidad, en la que aparecieron restos arqueológicos que se exponen ahora en Madrid, resulta otro de los atractivos para todas aquella personas que decidan pasar un fin de semana tranquilo sin necesidad de alejarse demasiado de la ciudad.

 Los cacineños y turreños mantienen y reavivan sus tradiciones como parte de sus señas de identidad con fiestas como la Candelaria o la de San Sebastián, que siguen reuniendo a casi todos los vecinos y algunos foráneos para disfrutar de una comida y de la compañía de sus amigos.

 Al mismo tiempo que tanto los ciudadanos como el Consistorio apuestan por mantener sus costumbres, tienen la vista puesta en el futuro, a la espera de que el Parque Tecnológico suponga el empujón definitivo para una zona de la provincia cercana y amable que aguarda como agua de mayo que sus escuelas se llenen de niños y su calles recuperen la vitalidad que tuvieron en otros tiempos.