El culo de Jennifer López



 No es tema baladí, ni ocurrencia de viejo salaz, el que propongo a la audiencia, por mucho que aparezca como una frivolidad o un deslizamiento por temas que ni el decoro, ni la línea editorial admiten.

 Surge esta mirada ante la noticia, publicada en varios medios serios, generalistas y muy de derechas y orden de que la cantante y actriz Jennifer López está orgullosa de sus nalgas hasta tal punto de que presume de ellas, de hecho su nuevo disco se llama “Boonet” es decir “Culito” disco en cuya portada aprovecha para lucir el reclamo de un culo tratado por toda suerte de profesionales de la estética y el retoque fotográfico. Naturalmente la actriz puede vender lo que quiera y presumir de aquello que más orgullo le cause; pero a mí me parece tristísimo que sea precisamente su trasero lo que más la enorgullezca.

 Y, sobre todo, me parece indignante el trato que la moda y la publicidad dan a la mujer, como objeto decorativo, como objeto sexual, o como percha para vestir ropas que cada vez hacen más exiguas, no por su osadía y atrevimiento en el mostrar piel, sino por la incapacidad de entrar en tales ropas mujeres reales, con tallas reales y vidas reales. No sé lo que se busca con esa veneración de la extrema delgadez, pero tampoco me importa gran cosa. Quienes me conocen saben que no elijo a mis amistades femeninas por su peso, talla, belleza y donaire sino que busco más la bondad y la inteligencia, por ejemplo, dones que, por otra parte tampoco son incompatibles con eso que se suele llamar “buena presencia”, concepto que en modo alguno implica estándares de belleza al uso.

 Lo que sí creo es que modas que buscan la belleza ideal basada en criterios irreales pueden hacer mucho daño a jóvenes no lo suficientemente formadas para valorarse por lo que son y no por su apariencia, ahí tenemos enfermedades como la anorexia, la bulimia y otros trastornos alimentarios de muy complicado tratamiento. Enfermedades cuya causa o una de cuyas causas es la de querer ser más delgada, más atractiva o estar más a la moda. Ante esto creo que debemos romper una lanza en defensa de las mujeres reales, y sobre todo, valorarlas en todo lo que valen, insisto, en todo, y no quedarse en la superficie, por muy atractiva que esta pueda ser. Jennifer López sin retoques fotográficos sigue siendo una actriz digna de tener en cuenta y no veo la necesidad que tiene de hacer valer sólo su culo.

 En cuanto a presumir de culo, tampoco es tan novedoso, ya en la antigüedad clásica eran conocidos los concursos de nalgas bonitas, como queda reflejado en la “venus Calipigia” “de las hermosas nalgas” con que ilustro esta mirada, más que nada para no dar publicidad al de la actriz y cantante a la que he criticado líneas arriba. Venus, que por cierto encuentro también más idealizada de lo que sería menester. Creo.