Iglesia de la Joya



La iglesia del Barrio de la Joya, puesta bajo la advocación de San Egmidio y Santa Isabel, preside por uno de sus laterales la Plaza del Rey Alfonso XII.
 
Su materialización se llevó a cabo muy a finales del siglo por Juan Montserrat, quien fiel a los planteamientos artísticos de finales del siglo XIX, evoca todos los " neos " medievales posibles. Su planta es un proporcionado rectángulo de dos tramos para la nave, más otro tercero poligonal para capilla mayor, con cubierta de crucería, en todos los casos del más puro gótico, mientras los pilares son neorrománicos.

 Los de la cabecera recuerdan el arte cisterciense o progótico.
 
En cada uno de los primeros tramos tenemos unos accesos que son vanos de medio punto, dentro de la mejor tradición neoárabe.

 Todas las ventanas están inspiradas en el románico.

 El mismo ideal, aunque con cierto matiz clasicista, se respira en su fachada, cuyo piñón recoge una robusta espadaña y su portada, a saliente y en cantería, es un medio punto cobijado por un gran frontón triangular, a la manera de las iglesias románicas de la región francesa de la Provence, situándose entre uno y otra un rosetón de ladrillo, material que también se emplea en las esquinas y la espadaña, mientras el resto del muro es mampostería encalada, con lo cual se establece un agradable contraste cromático entre el blanco de la cal, el rojo del ladrillo y el dorado de la cantería. (Lázaro Gila Medina. "Alhama de Granada, Patrimonio artístico y urbano).