Resumen gráfico de lo que ha sido la ‘Feria de Septiembre 2014’, y como dicen el refrán que; ‘cada uno cuenta la feria según le va’, pues que cada uno califique las imágenes recogidas de las actividades deportivas, competitivas, musicales, etc. ¡que lo disfruten!.
Aparte de lo anterior, y como ya hemos publicado lo del Grand Prix, queremos recoger lo que se publicada en el diario IDEAL sobre la corrida de toros, o clase magistral (¿), de la tarde desl pasado sábado 6 de septiembre.
Más voluntad que acierto en la clase magistral de alumnos de escuelas en Alhama de Granada
A la bisoñez de los actuantes se sumó la poca clase y exigencia de los erales de El Añadío e Isabel Sánchez de Alva
MARÍA DOLORES MARTÍNEZ
La clase magistral de toreo, organizada el pasado sábado en Alhama por la Escuela Taurina de Granada, fue generosa en la concesión de trofeos, en el respaldo de los aficionados y en las ganas que demostraron los cinco actuantes, pero se quedó corta en otras cosas importantes. La inexperiencia de los espadas, el poco acierto en la suerte suprema y la falta de clase y exigencia de los erales de El Añadío e Isabel Sánchez de Alva resultó a veces una mezcla explosiva, que complicó mucho la lidia y todo lo bueno que intentó hacer el quinteto.
Sin ir más lejos, el novillero murciano Miguel Ángel Moreno, cabeza de cartel y encargado de impartir la clase magistral, acabó por escuchar división de opiniones con un astado manso de El Añadío, que tardó una eternidad en irrumpir en el ruedo. Con los ánimos del respetable un poco en contra por la espera la suerte se le acabó de torcer al de Lorca cuando el novillo se le puso a la defensiva y lo poco que pudo sacar en claro lo echó a perder de mala manera por la espada y el descabello.
Manuel Triana, que sustituía a su compañero en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla Emilio Silvera, cortó el doble trofeo al primero de los erales de Isabel Sánchez de Alva. El astado no quería trapo y le echaba la cara arriba pero el espada lo vio más claro con la diestra para plantearle faena y lograr justificarse por la vía del esfuerzo.
Diego Herrera, de la Escuela Taurina de Ubrique, anduvo listo con el capote y en una primera fase con la muleta, pero cuando su oponente se le puso listo también y no le dejó respirar, la ratonería del gaditano y sus guiños al público le valieron bien poco. Estoque en mano, pasó un mal rato mientras se sucedían los pinchazos y los arreones del novillo, pero el público quiso compensarle su tesonería con la concesión de una oreja tras escuchar un aviso.
El representante de la Escuela Taurina de Granada, Ernesto Marín, cortó los dos apéndices del cuarto y dos más del sobrero de regalo, que hizo sexto. En su favor hay que decir que quiso siempre, estuvo valiente e intentó hacer de todo a su lote, incluso con las banderillas, pero al no tener aún el sitio y los recursos que da el bagaje, sus dos faenas lucieron más por vibración que por calidad. En el que cerró plaza tuvo el bonito gesto de compartir rehiletes con Miguel Ángel Moreno y Mario Hidalgo, uno de sus mentores en la Escuela y organizador del festejo.
En el plano artístico marcó algunas distancias Lázaro Escalona, de la Escuela de Lucena, con un novillo que fue premiado incomprensiblemente con la vuelta al ruedo. Su firmeza, mayor madurez y menores altibajos le valieron los máximos trofeos.
IDEAL, Sección: MISCELANEA
Edición: Granada
Página: GR056, 08/09/2014
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Redacción gráfica: Pablo Ruiz.
Realización de vídeo: José Luis Benítez.
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