Lección en las calles



 Los Alumnos de la Comarca de Alhama de primero de bachillerato del IES Alhama conocen Alhama en una experiencia de lección en las calles…. de la mano de Pablo Barriada, profesor de Geografía e Historia y restaurador de Bienes Culturales, Ángel López Gil es profesor de Geografía e Historia y Silverio Gálvez Moyano técnico en turismo y guía turístico.



 Hace ya algunas semanas que tanto a mi compañero de departamento de Ciencias Sociales, Ángel López, como a mí nos rondaba por la cabeza hacer una pequeña actividad fuera del recinto escolar con algunos de nuestros alumnos de 1º de bachillerato, matriculados en el Instituto Público Alhama de Granada.

 La idea fue madurando con los días pero sobre todo gracias a un vecino del lugar: Silverio Gálvez Moyano, hombre que a primera instancia se muestra polifacético, pero cuyo rasgo más destacable es su manifiesta incapacidad para ocultar el amor y orgullo que siente por su ciudad, su paisaje y paisanaje.

 Paisaje, pero no me refiero exactamente a ese tan magnífico que lleva tallando en piedra la Naturaleza a golpe de viento y agua desde que esta tierra surgió del mar. Es otro paisaje, uno cuya su silueta recortada por la débil luz del crepúsculo nos deja adivinar desde la lejanía las pequeñas joyas que oculta este lugar. Un patrimonio oculto.

 Patrimonio: Ese eslabón que encadena estas palabras con la razón de ser de la nueva asignatura que estoy impartiendo este año, Patrimonio Cultural Andaluz.

 Así dio su fruto la idea primigenia que, tras convertirse en actividad, nos llevó a las calles de Alhama a mi compañero y a mí junto a veintiocho de nuestros alumnos, tanto lugareños como de las poblaciones inmediatas. Y por las calles y tras los pasos de Silverio en cada parada del camino una anécdota, una efeméride o suceso salía de su boca para ilustrarnos a todos sobre la historia de Alhama.

 Y así fue hasta que llegamos al primer hito de este recorrido urbano: la Iglesia del Carmen. Ante su sobria fachada y bajo el sol de mediodía Ángel marcó las directrices de su parte del trabajo: Alhama bajo la ocupación francesa. Tras cruzar el umbral, yo organicé los diversos grupos de trabajo y su cometido: valorar el estado de conservación de las pinturas murales renacentistas, de algún lienzo barroco y de una puerta profusamente decorada con pequeñas escenas al óleo, siguiendo los parámetros dictados durante las lecciones y ampliados en la web por los grupos de alumnos. No hace falta mencionar que mientras orientábamos a cada grupo en su cometido, nuestro guía mostraba cada uno de los recovecos del templo.

 Después de un buen rato nos dirigimos al segundo de nuestros objetivos: la Ermita de los Remedios. Y hacia allí nos encauzaron estrechas callejuelas que a ojos de un extraño parecerían querer desembocar en alguna plazuela sin salida o nos harían volver al punto de partida. Pero tras los pasos de los alegres alumnos, cosas del sol otoñal, nos dirigimos derechos hacia el casi arruinado templo.

 Su exterior se mostraba ante nuestros ojos con ese encanto casi mágico que dan los lugares abandonados con su cantería desgastada por la intemperie. Allí otros grupos llevaron a cabo su pequeña investigación, mientras el resto exploraba los alrededores de la mano de Silverio y de Ángel. Tras acabar, todos de vuelta al centro.
Fueron cerca de tres horas, un miércoles de noviembre. Fue una experiencia para repetir.

Pablo Barriada, profesor de Geografía e Historia y restaurador de Bienes Culturales
Ángel López Gil, profesor de Geografía e Historia
Silverio Gálvez Moyano, técnico en turismo y guía turístico.