El alhameño Eduardo Raya ha llevado el caso de su posible hija robada al Parlamento Europeo


 Se dirige al estamento europeo después de que su caso se archivara, por segunda vez, mediante un auto de sobreseimiento libre, por lo que está a la espera de que la Audiencia Provincial de Granada se pronuncie al respecto puesto que ha recurrido el auto.

 Eduardo Raya, el padre de una posible niña robada al nacer en 1990 del Hospital Clínico de Granada, ha asegurado este martes pasado, 24 de julio, que agotará toda la vía penal para aclarar su caso, recientemente archivado por el Juzgado de Instrucción 2, y que está dispuesto a trasladar el asunto al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (Francia).

 Además, el pasado 12 de julio ya presentó al Parlamento Europeo la primera queja formal por la situación en España en lo que respecta a la investigación de sustracciones de bebés, por la violación de derechos fundamentales de la ciudadanía.

 Raya ya ha recurrido el auto de sobreseimiento libre dictado por el Juzgado y ahora tendrá que pronunciarse al respecto la Audiencia Provincial de Granada, que podría confirmar o revocar la resolución. Si la Audiencia no le diera la razón, el padre llevará el robo al Tribunal Constitucional o al de Estrasburgo. "Estoy dispuesto a ir hasta la Luna para buscar a mi hija", ha dicho en rueda de prensa.

 Raya ha explicado ante los medios de comunicación las "graves contradicciones" que encierra su caso, que sin embargo no han servido para continuar con la investigación en el Juzgado, pese a que, según afirma, cuenta con pruebas "documentales y científicas" que indican que el robo efectivamente se produjo.

 Su hija nació el 6 de junio de 1990, después de que uno de los doctores del Clínico le practicara una cesárea urgente por supuesto sufrimiento fetal, el mismo facultativo que "casualmente" fue condenado tres años más tarde por la Audiencia Provincial de Granada por una adopción irregular.

 Tres días más tarde, el Hospital comunicó a los padres que la hija había fallecido, y sus supuestos restos fueron enterrados. Sin embargo, años más tarde, los padres decidieron trasladarlos para enterrarlos junto a su abuelo paterno, pero antes les hicieron pruebas de ADN (ácido desoxirribonucleico) en dos laboratorios (Tecnogen y Genómica) que dictaminaron que aquellos restos no pertenecían a su hija.

EL PRIMER CASO DENUNCIADO EN ESPAÑA

 Así, Raya denunció los hechos ante la Fiscalía --el primero denunciado en España-- el 23 de marzo de 2010, y el caso fue llevado al Juzgado por el Ministerio Público, que era la primera vez que en Granada trasladaba un posible robo de niños ante el juez. Entonces, aparecieron "milagrosamente" y después de 20 años unos restos conservados en parafina de un hígado que el Hospital "se saca de la manga" y que el Instituto Nacional de Toxicología, dependiente del Ministerio de Justicia, certifica que corresponden a la hija. Toxicología ya había analizado previamente los restos exhumados por la familia, aunque no encontró en ellos ningún tipo de ADN, y ya dijo que no serían idóneos para su análisis más de 40 días antes de recibirlos.

  Entonces, la magistrada del Juzgado de Instrucción 2 decidió archivar el caso en primera instancia, y el padre decidió de nuevo enviar los restos de hígado aportados por el Hospital a un especialista del Clínico de Barcelona, que determinó que no se trataba de un hígado fetal o de un recién nacido de pocos días.

 Ello, según Raya, venía a evidenciar que la investigación se había archivado en base a "una prueba falsa" y la juez decidió reanudar la instrucción, y envió los mismos restos parafinados a Toxicología de Sevilla, que no aclaró, pese a que así se le solicitó por parte del Juzgado, si correspondían a un recién nacido, y simplemente señaló que pertenecían a un niño con un síndrome de hepatitis neonatal. Fue entonces cuando la magistrada, de nuevo, dicta el auto de sobreseimiento libre, es decir, el archivo definitivo.

 Se da la circunstancia de que este mismo martes, Raya ha recibido un fax de otro laboratorio (Labgenetics) que ha analizado los restos en los que Toxicología afirmaba que no encontró ADN, concluyendo que sí contiene y que no se corresponde con el perfil genético de la madre.

 Por ello, Raya se ha preguntado "cuántas pruebas hacen falta para que la juez tome declaración a los implicados". "¿Hemos de encontrar nosotros a nuestra hija y ponerla encima de la mesa para que continúe la investigación?", ha señalado.

 Raya ha planteado que puede haber un "interés político" en que estos casos de niños robados no salgan a la luz por la "responsabilidad patrimonial descomunal" que podrían implicar, y ha llamado la atención de que estas sustracciones se hayan producido en plena democracia, lo que se traduce en los "crímenes y atrocidades más espeluznantes cometidos en Europa tras la Segunda Guerra Mundial".

Vídeo de los informativos de Canal Sur


"OCULTANDO DATOS"

 De hecho, ha afirmado que en su caso se están "ocultando datos" por la Policía, la Fiscalía y el Juzgado, o "es que no quieren trabajar", puesto que existen no solo indicios de que pudo producirse el robo, sino pruebas y hasta contraindicios.

 Ha citado como ejemplos que la Policía no haya aportado el historial completo de la madre, sino menos de una tercera parte, que en las clases de educación maternal a las que acudía la madre se hiciera constar "ojo, marido", puesto que normalmente acudía sola y parecía ser la "candidata perfecta" por ser soltera, o que la recién nacida que se les entregó como su bebé tuviera un corte en la mejilla y tres puntos de sutura, pese a que los cirujanos aseguran que nunca han cortado a un bebé durante la cesárea y que, en ese caso, no requiere puntos. "Sorprendentemente esto lo hemos puesto en conocimiento de la juez, pero no se ha dignado a tomarles declaración", ha lamentado Raya.

  El padre de la niña ha criticado además que la fiscal jefe de Granada, Ana Tárrago, dijera hace unos meses ante los medios que en Granada se descartaba una trama de robo de bebés, cuando el propio Raya le aportó un dossier con noticias publicadas en los años 90 por el diario 'Ideal' de Granada, que informan de la detención de un ginecólogo por la venta de un bebé, la existencia de hasta cinco sustracciones más en 1992, o la denuncia de una madre que aseguraba que le habían entregado a un recién nacido muerto en lugar de su bebé.

 Raya, que representa a la Asociación ADN-D, cuenta con el respaldo de otras como SOS Bebés Robados o Anadir, y considera que no se le puede tachar de loco porque su caso no es aislado, y hay muchas personas que han sufrido la misma situación en la provincia de Granada.

 Por otra parte, ha dicho sentirse amenazado y ha recordado que fue imputado por un posible delito de falsedad documental, recayendo la causa en el mismo Juzgado que ha llevado su caso, pese a que la denuncia iba dirigida contra otros hombre, con lo que la imputación tuvo que quedar sin efecto al entender que se trato de un "error policial". "Ya son demasiados errores policiales, que alguien me explique, sea el Gobierno, la Fiscalía o la Policía qué está pasando", ha incidido.

EP.




Informativos CanalSur, el 4 de mayo de 2012

Reabierto un caso de un presunto bebé robado en Granada



El Juzgado de instrucción número dos de Granada ha ordenado la reapertura de la investigación sobre la presunta sustracción de una recién nacida para darla en adopción ilegal. La causa había sido archivada por una prueba supuestamente falsa. Según la familia, que interpuso la primera denuncia en España por este motivo, el robo se produjo en 1990 en el Hospital Clínico granadino.

La reapertura judicial ha sido notificada a los padres denunciantes, Eduardo Raya y Gloria Rodríguez, quienes creen que, tras el parto les dieron el "cambiazo" y les entregaron a una menor moribunda que falleció a los pocos días. El caso se cerró provisionalmente tras un informe del Instituto Nacional de Toxicología que corroboraba que el tejido hepático analizado pertenecía a la hija supuestamente fallecida de Eduardo y Gloria. Sin embargo, un análisis encargado por los padres ha desmontado este argumento.

El padre asegura que se han cometido graves irregularidades en su caso y está convencido de la existencia de una trama de robo de niños. En Granada se han registrado 60 denuncias por casos de supuestos robos de niños, de las que se han archivado más de treinta, aunque Eduardo Raya afirma que hay muchos más casos en la provincia.