Así fue la despedida de la familia Moreno-Romero del Mesón de Diego



 El 11 de febrero de 2006, la familia Romero-Moreno, se hacía cargo del establecimiento placetero por excelencia como es el Mesón de Diego. El pasado viernes 25 de septiembre, dejaban este negocio al que le han faltado unos meses para cumplir diez años con la gente de Alhama y comarca.




 Quisieron celebrarlo con toda la gente que durante estos años los han acompañado en los desayunos, en la cervezas de mediodía, en las comidas caseras de todos los días.... para ello prepararon una degustación de jamón a cargo de "Jamones Cabezas" de Chauchina magníficamente cortado por su cortadora oficial. Cervezas, risas, buen ambiente en definitiva que se prolongó hasta altas horas de la madrugada donde el grupo "Sondelarte" amenizó la velada.

 Tomó la palabra Raúl Romero para agradecer a los presentes y ausentes su fidelidad en estos años y en una lectura emocionada recordó a todo el personal que había trabajado con ellos asi como a su familia.

Palabras de Raúl:

 Bueno pues llegó el momento de decir unas palabras a estos años pasados. Quiero empezar dando las gracias por haber tomado la decisión en su momento de coger el negocio que aunque si es verdad que a pesar de la pila de horas que se echan y lo trabajoso que es han sido unos años muy buenos. Después de tantos enfados que hemos tenido entre nosotros empezando por mi padre quien no ha escuchado todo lo que debiera. A mi padre decir, mira la hora que es, tenias que estar aquí a las 12 no a las 1 o regañarle a mi hermana por lo mismo...bueno pues he de decir, que mi padre, es una persona muy fuerte y ha sido un parachoques para toda la familia en el negocio. Si había algún problema, él ha estado intentando solucionarlo lo mejor que sabía y podía. Todos los problemas eran para el y para mi hermana. Mi padre ha sido el que día tras día a las 5:30 se levantaba para venirse a abrir el bar, invierno, verano, día a día aunque fuese festivo. Él era el que se levantaba. Después quiero mencionar a mi madre por acompañarnos estos tres años últimos, los años anteriores venia los fines de semana algún rato de bulla, pero ahora es cuando estaba en plantilla. Ella, gran labor la de ella, la casa, los trapos del bar, mama ve a la terraza, madre me faltan tres tapas, mama, no has escuchado que tenía dos pedidas, niño que la tienes ahí, que no las quiero de calamares que...en fin lo normal, y bueno, que decir de la que me falta, no tengo palabras, trabajadora con su corta edad y la responsabilidad que ya tenía, ha sabido sacarla para adelante. Sé que cuando escuche estas palabras va a estar igual que yo, llorando, pero has sido un gran pilar en este negocio, Nunca se me olvidara la guerra que echamos de agua los dos, madre mía, como pusimos de agua el bar. Ahí tendrías 21 años y yo 16,una caja de bombas. Los dos solos fregando el bar y me dice: vamos, coge la fregona sacudiéndome la mano con el agua, y yo, que no me eches agua, y yo un vaso de agua en lo alto de ella, ella una botella, yo un cubo... madre mía, jajaja, que desastre. Y el rompebragas de la familia, tan chiquitillo, que era cuando entramos al bar con 5 años y lo grande que se ha hecho, aunque sabe que le regaño mucho, lo quiero con locura. También en este viaje, nos ha acompañado mi tita Mari, otra figura que la podía poner en el puesto que fallara, terraza, terraza, lavavajillas, lo que hiciera falta ella lo hacía. Eso es una mujer torera que lo sabe torear en todas las plazas. Y el resto de personal que han trabajado, Tomillo, Miguel, Belén, Flor... etc., muchísimas gracias y a toda esta gente por venir a despedirnos.